paranoia *Michael Myers x Jake Park*

presencia perturbadora

Sentí un fuerte golpe en todo el cuerpo que me hizo despertar de inmediato. Solté varios quejidos y me senté en el suelo frotando mi espalda. - demonios, vaya golpe.- se dijo así mismo Jake. Miró hacia arriba, había caído desde la rama de un árbol. - ¿como llegué ahí arriba?- lentamente se puso de pié y sacudió sus ropas mientras trataba de hacer memoria. Al recordar todo lo que había pasado horas atrás, reaccionó bruscamente, intentó calmarse así mismo y buscó con la mirada la fogata y a los chicos, pero no encontró nada más que bosque, pastizal alto y ruinas. Una suave niebla cubría todo el ambiente y una tenue luz de luna llena iluminaba a penas el paisaje. De pronto, el grito de una chica rompió el silencio, Jake, exaltado, abrió enormemente los ojos, sintió como la sangre se helaba en su interior, trató de mirar en dirección de donde venía el desgarrador sonido forzando la vista para poder ver que diablos sucedía, pero una mano cubrió su boca y lo llevó hacia atrás del árbol más cercano. Lleno de desesperación trató de forcejear con lo que sea que lo haya capturado, pateó con todas sus fuerzas y cuando vió la oportunidad, mordió aquella mano que le cubría la boca.

- ¡Mierda Jake! Eres un maldito salvaje. - Jake miró sorprendido hacia atrás reconociendo la voz que mencionó su nombre. Era dwigth, el muchacho de gafas sacudió su mano fuertemente y la examinó por un momento. - si me pegas algo por poca higiene te matare yo antes que ese asesino. - dijo un poco irritado.

- lo siento dwigth, pero me encontraste con la guardia baja...- dijo Jake en tono de disculpa.- ¿Dónde están los demás y que diablos fue ese grito?- pregunto asustado.

- creo que ya entramos a uno de los reinos, desperté cerca de un edificio sin nadie cerca, pero a lo lejos pude ver una clase de aura... Es bastante extraño y difícil de explicar, pero... te ví. Digo... No a ti, vi una luz verde en forma de persona que caía de la rama de un árbol. Un aura bastante estúpida debo agregar. Sentí que se trataba de ti, así que me acerqué, traté de ayudarte y me pagaste con una maldita mordida. Por cierto, ¿Como rayos llegaste ahí arriba?

- si te soy sincero, no tengo ni la más remota idea.- dijo serio Jake mientras alzaba la mirada hacia la rama y Dwight lo imitó buscando alguna respuesta. Unos segundos después el sonido de una máquina comenzando a funcionar y una luz que se encendió de la nada hizo que ambos chicos se pusieran alerta mirando en esa dirección. Otro grito desgarrador se escuchó a lo lejos, todos sus sentidos estaban a flor de piel, muchas cosas sucedían en poco tiempo y eso les llenaba el corazón de terror haciendo que fuera difícil moverse de ese lugar. Jake miró a Dwight, su cara estaba totalmente pálida, gotas de sudor corrían por su frente y comenzaba a hiperventilar de la ansiedad. Jake sentía miedo, pero Dwight estaba completamente aterrado.

- Dwight mírame, trata de respirar lento. Dijiste que podías ver auras, ¿Puedes ver la de los demás?- Jake sacudió un poco a su compañero para que esté pudiera entrar en razon- ¡Dwight! Por el amor de Dios, necesito que vuelvas aquí con migo, ¡recuerda que necesitamos salir de aquí! - el muchacho de lentes pestañeo varias veces volviendo en sí luego de unos segundos.

- s-si, te escucho- dijo tartamudeando.- comenzó a mirar al rededor buscando a los demás, detuvo su mirada de golpe y señaló en una dirección. -¡Por ahí! Puedo ver a alguien por ese lado, sígueme.

Dwight comenzó una caminata lenta y sigilosa, guío a Jake a través de unas ruinas cercanas, rodearon despacio el lugar de donde provenían los gritos y se escondieron detrás de unas cajas de madera. - ahí, por ahí puedo ver a alguien- dijo señalando un edificio casi devorado por el tiempo.
En el interior del lugar podía verse a alguien agachado moviéndose cerca de la entrada. Los muchachos miraron al rededor y cuando notaron que todo estaba despejado, se acercaron sigilosamente al lugar.

- donde diablos estaban, tardaron una infinidad.- era el misterioso chico cuyo nombre no sabían, estaba moviendo y uniendo cables de un generador un tanto oxidado, se notaba cansado, respiraba con dificultad y su ropa estaba llena de sangre.