𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟒

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Había algo que Megumi nunca olvidaba, y eso era su fecha de celo. Él calculaba que sería en tres días, por lo que le pediría a Sukuna inhibidores para suprimirlo.

No quería perder el control y hacer algo de lo que se arrepentiría teniendo a un Alfa como Sukuna cerca, a pesar de que Megumi había recibido un entrenamiento para no dejarse llevar por su celo, siendo un Omega no era fácil, así que nunca pudo hacerlo. Era doloroso, lo sabía, desde que se presentó como Omega, había tenido que arreglárselas cuando los inhibidores no funcionaban y eso era lo que más temía en esa ocasión.

Aún no quería ser marcado, aunque Megumi nunca le daba importancia a ese tipo de cosas de las que hablaban todos los omegas de su clan, él realmente quería enlazarse con la persona que él amara realmente y no lo viera como alguien débil debido a su casta Omega.

Estaba consciente que sus feromonas eran demasiado fuertes, eso podría provocar que Sukuna perdiera el control al igual que el mismo, no quería que pasara nada entre ellos, al menos no ahora, porque tarde o temprano tendría que darle herederos a Sukuna. Era simplemente inevitable y tenía en claro eso.

Dejó de pensar en eso, así que salió de su habitación dispuesto a hacer algo para ayudar, no le gustaba quedarse quieto y parecer un muñequito de adorno, él no había sido criado así, le gustaba mantenerse ocupado.

Aunque el Alfa se había opuesto rotundamente, diciendo que él no debía hacer eso porque era el consorte, a Megumi no le importaba realmente y estaba decidido a no darle importancia.

(...)



Incluso en ese lugar, el sol brillaba intensamente, a Megumi le gustaba asomarse por la ventana y mirar al exterior, Sukuna solo lo dejaba salir si iba acompañado, de lo contrario no podía salir. Hoy es un buen día para disfrutarlo, tal vez podría tomar una siesta debajo de un gran árbol que había visto hace unos días, o sobre el pasto cerca del lago donde Sukuna dijo que lo llevaría.

Extrañaba su hogar, pero ese sería ahora su nueva residencia y aunque Megumi estaba reacio a no acostumbrarse, comenzaba a hacerlo poco a poco, comenzaba a acostumbrarse a despertar en la cama de Sukuna, a comer junto con él y a las miradas intensas que le daba, Megumi por un momento pensó que tal vez no era tan malo estar ahí, pero ahuyentó ese pensamiento.

Debería detestar a Sukuna, estar resentido con él por alejarlo de su hogar, pero, aun así, cada día que pasaba, le gustaba más estar en ese lugar, poco a poco dejaba de pensar en querer escapar de ahí. Sukuna había demostrado que no era tan malo y había dicho que solo estaba interesado en él. Pero seguía negándose a si mismo, le costaba dar una oportunidad.

Vagando por los pasillos tratando de encontrar a un sirviente para poder dar algo de ayuda, no encontró a nadie, los pasillos estaban vacíos y silenciosos. Sin embargo, puso escuchar unos pasos apresurados cerca de él, al darse vuelta, vio a una mujer que corría hacia él, chocando contra Megumi, casi haciéndolos caer.

-Cuidado, ¿estás bien? Corriste muy rápido.

-Pido disculpas, esta sirviente iba con tanta prisa que no se dio cuenta que el consorte estaba cerca. -la sirviente se agachó y pidió disculpas.

-Está bien, levántate. ¿A dónde ibas con tanta prisa? ¿puedo ayudarte?

- ¡Consorte! No se preocupe, de verdad.

- ¿A dónde te dirigías?

-Iba a dejarle una muda de ropa al rey, está tomando un baño ahora mismo.

-Oh, no te preocupes, se lo llevaré yo. Ve a hacer lo que te apura. -Megumi se ofreció, tomando la muda de ropa. Viendo como la sirviente lucia desesperada por irse.

𝑺𝒆𝒍𝒇𝒊𝒔𝒉;➶𝑺𝒖𝒌𝒖𝑭𝒖𝒔𝒉𝒊.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora