𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟔.𝟏

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Antes.

Megumi entró a la habitación de su madre con la cara roja y empapada de lágrimas.

Ya no quiero que papá me enseñe.

El llanto de Megumi se escuchaba por casi toda la casa. Mientras lloraba, su madre acariciaba su cabello rebelde, tan negro como el ónix y tan suave como el terciopelo.

El niño de ocho años se aferraba a la manta que cubría a su madre y aspiraba el dulce olor que desprendía ella para calmarlo.

—¿Qué pasó esta vez? —quiso saber ella.

Aunque ya sabía que probablemente Toji le había gritado a Megumi mientras le enseñaba a defenderse, aun así preguntó. El niño siendo omega, era un poco delicado y su personalidad chocaba con la de su padre, causando que el Alfa se enojara fácilmente.

Se enojó porque no puedo darle un golpe y dijo que era un inútil. —con los ojos llorosos e hinchados, se sorbio la nariz.

Está bien, cuando regrese lo reprenderé y si dice algo, lo golpeare yo, ¿de acuerdo? —Megumi asintió dejando de llorar, se acostó a un lado de su madre, metiéndose entre las mantas que la cubrían —. Sabes que tu padre solo quiere que aprendas a defenderte tú solo y seas fuerte, ¿no dijiste que querías ser más fuerte que un Alfa?

...

Entonces da tu mejor esfuerzo y sé incluso más fuerte que tu padre —su madre alborotó aún más el cabello de Megumi, paso de estar llorando a reír con su madre. —. Si sientes que ya no puedes seguir, entonces hazlo por mí.

Megumi vio a su madre sonreírle, su rostro estaba demacrado y tenía unas enormes marcas debajo de sus bonitos ojos que alguna vez estuvieron llenos de vida.

Tenía seis años cuando su madre enfermó repentinamente, Megumi pensó que la perdería en ese momento, estaba asustado y la única persona que lo calmaba era su hermana.

«—¿Mamá morirá?»

«—No, ella estará bien. Es fuerte.»

Solo bastó eso para que el niño se calmara. Su hermana se quedó con él toda la noche, hasta que su padre regresó y anunció que su madre estaba bien. Megumi pudo estar tranquilo y tenía unas inmensas ganas de verla.

Cuando la vio, la abrazó como si no la hubiese visto durante años.

Pero en vez de que la tormenta terminara, siguió con aún más intensidad. Todo empeoró.

Está bien, pero tienes que prometer algo. —dijo Megumi.

—¿Qué es?

Que siempre estarás conmigo.

Su madre se quedó en silencio por un segundo y luego lo abrazó, Megumi estaba gustoso por ese abrazo y se aferró a ella.

—Siempre estaré contigo. En el viento, te susurraré cuanto te quiero. En las flores, podrás sentir mi aroma. En los días soleados, te daré un abrazo. En las nubes, desde ahí estaré viéndote. Voy a estar en todos lados. —ella no soltó a Megumi hasta que este casi se quedaba dormido, antes de que se durmiera en sus brazos, lo obligó a ir a dormir a su habitación

Tienes que dormir también, debes descansar mucho para que tengas energía mañana. —Megumi no quería irse, se sentía tan bien en los brazos de su madre.

Está bien, dormiré. Pero mañana tienes que venir a despertarme —ella le dio una cálida sonrisa y tomo la mano de Megumi —. Siento que mañana estaré mejor.

𝑺𝒆𝒍𝒇𝒊𝒔𝒉;➶𝑺𝒖𝒌𝒖𝑭𝒖𝒔𝒉𝒊.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora