𝑺𝒆𝒍𝒇𝒊𝒔𝒉;➶𝑺𝒖𝒌𝒖𝑭𝒖𝒔𝒉𝒊.

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟗.

Luego de marcharse hacia la finca de Sukuna, el demonio les asignó habitaciones a Toji y a Tsumiki, además de ordenar que les prepararan comida y cuidados para la beta. Mientras tanto, Megumi y él estaban en la habitación donde el Omega se quedaba.

Toji no quería que Megumi estuviese a solas con Sukuna, porque aún sentía que algo andaba mal, pero al final fue convencido por su hijo.

La habitación estaba en completo silencio, Sukuna no decía nada, solo fumaba de la pipa mientras lo veía y Megumi comenzaba a desesperarse. Odiaba no poder leerle la mente para entender que pensaba.

Sukuna ordenó claramente que no se les interrumpiera, así fuera el fin del mundo tampoco.

-¿Quieres decirme algo? -cuestionó Megumi, pero no recibió respuesta -. Entonces, ¿me dejarás explicarte?

Sukuna dejó a un lado la pipa, sobre la mesa de tatami, en ningún momento dejó de mirarlo.

-¿Qué hay que explicar? Fuiste claro desde el principio al decirme que nunca sentirías nada por mí -habló Sukuna, por fin. -. Y yo te dije también, que no te dejaría ir. Pero realmente me engañaste haciéndome creer que al final te gustaba estar aquí conmigo.

Sukuna soltó una risa amarga. Megumi frunció el entrecejo y apretó los puños, mirando molestó al Alfa.

-Me ha gustado estar aquí, y sé lo que dije al principio. Pero sabes que tenía una idea errónea sobre ti y debes entender que fue difícil para mí. Te lo dije muchas veces -Megumi comenzaba a molestarse aún más -. Después de que me llevaste a aquel lugar y me dijiste todo, no pensé en irme, pero ayer estaba tan preocupado cuando por mi familia cuando escuché a los sirvientes que el clan había sido atacado, que ni siquiera me pare a pensar en las consecuencias que tendría hacerlo.

Sukuna sentía que volvía a caer ante él, no quería creerle, pero en el fondo sabía que todo lo que Megumi decía era verdad, pero aun así no quería hacerlo. Despues de todo, había obligado al omega a estar con él, Megumi debería estar despreciándolo, sin embargo, ahí estaba, tratando de explicarle a Sukuna lo que en verada había pasado.

-¿Entonces por qué al menos no dejaste una nota? Pudiste hacerlo si tu intención no era escapar de mí.

Tenía razón, pero en ese momento a Megumi no se le pasó por la cabeza, su idea era ir por su hermana y regresar rápido, pero el clima era malo para caminar por el bosque de noche.

-Entiendelo, no quería escapar. Mi intención solo era ir por mi hermana, sabes que ella está enferma y si detiene su tratamiento, morirá. Haría cualquier cosa por ella.

Sukuna parpadeo, teniendo claro todo ahora. Se paró de donde estaba y camino por la habitación hasta quedar frente a la puerta, dándole la espalda a Megumi. Si el estuviera en los zapatos de Megumi y si su hermano Yuuji estuviera nada de morir, también haría lo que sea para protegerlo. Lo entendía.

-¿No querías abandonarme? -murmuró el Alfa, pero Megumi lo escucho claramente.

Megumi imitó su acción y camino hacia a él. Tocó su espalda ancha y susurro: -No, y no lo haré. Me quedaré contigo.

Sukuna siempre había tenido miedo a ser abandonado, la única persona que tenía anteriormente era Yuuji, pero este ya había comenzado a hacer su vida aparte. La única persona que le quedaba ahora era Megumi, a quien amaba. Si lo perdía, entonces su vida no tendría sentido, no habría una razón por la que seguir existiendo. Por fin entendía bien lo que Yuuji le dijo, no podía mantenerlo ahí y obligarlo a que lo amara, eso no le daría satisfacción.

Megumi no era un trofeo, pero quería tenerlo junto a él, anhelar a Megumi lo había hecho mucho más egoísta.

Sukuna sentía un gran malestar, había lastimado a Megumi cuando lo encontró en el bosque, para él, eso era imperdonable.