𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟔.

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Megumi despertó por el dulce olor a té de lavanda, su favorito y un leve olor a humo. Cuando abrió los ojos se dio cuenta que se encontraba en su habitación, pero no recordaba haber llegado ahí, si la noche anterior se había quedado dormido junto a Sukuna en aquel bosque.

—¿Estás despierto? —escuchó la profunda voz de Sukuna. Megumi se removió en el futón y dejó salir un suspiro. —. Puedes quedarte ahí todo el día, pero ven aquí a comer algo.

Ciertamente también despertó por hambre y por un leve dolor de cabeza, el día anterior no había podido cenar nada y ahora tenía un montón de apetito. Salió del cómodo futón aún somnoliento, estaba seguro que su cabello estaba más desastroso que de costumbre.

—¿Por qué no me despertaste ayer? Debí ser una carga. —dice Megumi, caminando hacia la pequeña mesa de tatami donde estaba Sukuna fumando.

—¿Una carga? Eres más ligero que esto. —el demonio señaló la larga pipa que tenía entre sus dedos y sonrió.

El omega miro la pipa y luego inconscientemente sus ojos se dirigieron a la ropa desarreglada de Sukuna. Megumi se preguntó si le gustaba enseñar el pecho siempre, porque no había ninguna vez en la que Sukuna llevaba correctamente la ropa.

La mesilla estaba completamente servida que Megumi no sabía por dónde empezar, agradeció primero y después comenzó a comer, desde que vivía ahí, se había percatado de que toda la comida era bastante buena y se adaptaba a su gusto.

Megumi disfrutó toda la comida en silencio y a asentir mientras escuchaba hablar a Sukuna, Megumi estaba atento a lo que el Alfa decía.

—¿Estarás ocupado hoy? Quiero tomar un poco de aire en el patio, pero no quiero estar con los sirvientes. —Megumi titubeó un poco con su petición.

—De acuerdo, sólo me encargaré de algo —Sukuna apagó la pipa y se paró. —. Vendré por ti enseguida, ¿quieres que te traigan algo más?

Megumi con la boca llena, negó. Sukuna dibujo una sonrisa en su rostro al ver al Omega con las mejillas llenas como una ardilla. Sin más, salió de la habitación.

Después de terminar de comer, Megumi se preparó para tomar un baño y después arregló un poco la habitación.

No tuvo que esperar mucho al Alfa después de que terminó lo que tenía que hacer, Sukuna lo recogió como había dicho, hasta llevaba algo de frutas y libros para él.

Estando en el patio, a Megumi le gustaba recostarse sobre un árbol y disfrutar de la sombra de este. Sukuna le habló de los libros y algunos pergaminos que había llevado, mientras le ofrecía fruta que él mismo había pelado y cortado.

Megumi comenzaba a sentirse bien estando con Sukuna, era bastante hablador y Megumi podía escucharlo todo el tiempo sin aburrirse porque contaba historias tontas.

Incluso sentía que era mejor estar ahí que en el clan, había querido con todas sus fuerzas regresar, incluso si significaba una deshonra. Pero no se dio cuenta que junto a Sukuna podría ser más querido que en su propio antiguo hogar.

Era ese su nuevo hogar, y ya no le desagrada pensarlo, se sentía más tranquilo. Ahí podía hacer muchas cosas que no se le eran permitidas en el clan por ser Omega, aun siendo destacado y más fuerte que algunos Alfas.

—¿Te sientes bien? —cuestionó Sukuna cuando Megumi repentinamente lo tomó del brazo para apoyarse.

—Sí, un poco. Ya deberíamos regresar.

—¿Desde cuándo comenzaste a sentirte mal? ¿Por qué no me lo dijiste? —el Alfa frunció el entrecejo.

—Desde que desperté, tuve dolor de cabeza. Mi celo está cerca, es algo difícil porque soy un omega dominante y veces los inhibidores no funcionan.

𝑺𝒆𝒍𝒇𝒊𝒔𝒉;➶𝑺𝒖𝒌𝒖𝑭𝒖𝒔𝒉𝒊.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora