Paso 9

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Empieza a desesperarme el tener el mismo sueño todos los días, espero que el camino que llevo sí me guíe hacia ella.
Estaba yo feliz en mi cama cuando de repente el despertador hizo que me separara de ella, lo apagué y me dormí un rato más. El día de ayer fue muy agotador. Hoy no tendré que ir con mi papá a trabajar porque dice que tiene asuntos más importantes que debe arreglar solo.
Ya que estaba completamente despierto, bajé las escaleras. No había nadie ni nada. Según una nota que dejó mi mamá (ya se está haciendo común en mi vida encontrar notas) se habían ido a quitarle el yeso a mi hermano y que regresarían en 2 horas, así que estaba completamente solo. Me preparé el desayuno, cereal con leche, lo más práctico. Lo comí y, cuando acabé, me puse a buscar los libros castigados por toda la casa, logré encontrar unos cuantos (que no eran míos pero me entraron ganas de leerlos), algunos de ellos Renacentistas, como a mí me gustan, títulos famosos que necesito leer, "El ingenioso hidalgo, Don Quijote de la Mancha", de Miguel de Cervantes Saavedra y "La Divina Comedia", de Dante Alighieri. Leí algunos capítulos de cada uno, me encantaron.
Pasada 1 hora, mi mamá y mi hermano llegaron, al fin dejaría de ser esclavo de mi hermano.
Cuando llegaron, mi mamá me vio con esos viejos libros, casi me los quita, pero le dije que había encontrado esos libros escondidos entre las cajas de adornos, así que me dejó quedármelos. Al cabo de un rato llegó mi papá que no dijo nada y se fue a dormir un rato.
Leí otros cuantos capítulos hasta que acabé "Don Quijote", libro que me fascinó por su escritura, antiquísima, con palabras a las cuales se les hicieron unas cuantas modificaciones.
Todavía no acababa "La Divina Comedia" así que decidí dejar de leer un poco.
Recibí un mensaje de María, quería salir de nuevo, le contesté que no podía porque mis papás no me dejaban.
Al cabo de un rato tocaron a la puerta, era María, aquella mujer cuando quiere algo lo consigue de una u otra manera, que buena amiga. Le presenté a mis papás, la dejaron quedarse y prometieron dejarla en su casa cuando sea tarde.
Pasamos toda la tarde platicando y jugando, una bonita tarde.
Eran las 7:46 cuando su mamá le llamó, entonces sabíamos que era hora de dejarla. Fuimos a su casa (que realmente no conocía, sólo sabía la dirección). Nos bajamos del coche ella y yo, tocamos el timbre. Una voz, probablemente la de su papá decía que ya iba a abrir.
Me iba a despedir de ella cuando llegaron unas cuantas palabras de su boca que aún recuerdo.
Me dijo que le gustaba.
No supe que responder, me quedé callado unos momentos hasta que abrieron la puerta, me despedí, María parecía decepcionada.
Entonces ¿es por eso que ha empezado a hablarme tanto?

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