Paso 14

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Hoy comienza el fin de semana, pero antes de poder acceder a él, tenía que pasar por las 7 horas de escuela.
No podía esperar para contarles a mis amigos cómo era mi primo. Pero algo pasó. No habían ido a clases tal día, María se sentía mal de la cabeza, a Daniel le dio gastritis y a Gabriela le dio gripa, así que estaba solo.
Mi soledad acabó cuando recordé que todavía tenía a Clara ahí, pasé todo el día con ella.
Gracias a Dios, todavía no encontraban un maestro sustituto, así que tuvimos otra clase libre (lo cual a mis padres no les gusta porque dicen que desperdician dinero y bla, bla, bla).
En la clase libre platiqué con Clara acerca de mi situación con María, ella me ayudó más que Gabriela, cree que lo que debo hacer es no pensar en ello, seguirla viendo como amiga ya que podría afectar una gran amistad, además de que me podría crear una idea de amor errónea, lo cual no quiero. El consejo de Clara me pareció bueno, así que decidí tenerla como amiga consejera, contarle mis problemas a ella y si ella tiene uno, yo le puedo ayudar.
Sonando la campana final, me dirigí a casa, llegando, comí e invité a Daniel creyendo que ya iba a estar bien, pero no fue así, tampoco Gabriela. A María no la quise invitar por la situación que teníamos. Mi única opción era invitar a Clara.
Marqué a su casa, contestó su mamá. Le pedí que me comunicara con Clara. Según lo que me dijo su madre, no estaba. Agradecí, me despedí y colgué. Al principio creí que era una mentira, pero recordé que iba a ir a su clase de alemán, así que no volví a molestar en toda la tarde.
Mi cabeza empezó a doler un poco, fui abajo por una aspirina, sólo había una. La tomé, al cabo de un rato se me quitó, pero pasada la hora, regresó el dolor, así que decidí tomar un poco de agua y dormir un rato, ese rato se convirtió en otra hora.
Al despertar, el dolor había desaparecido. Quizás fue el hecho de sentir varias emociones en la semana.
Escuché un poco de música, curiosamente me aparecían puras canciones de amor. Lo único que no quería.
Al final del día, recibí otro mensaje de María, así fue como supe que ella no tenía dolor de cabeza, ella estaba triste, el mensaje que me envió era de despedida. Se iba a suicidar.
Al enterarme de su idea suicida, pedí a mis papás que me llevaran a su casa. Al llegar, las luces de sus cuartos estaban apagadas, tocamos a la puerta, abrió su mamá, pedí poder pasar, entré rápido y, llegando a su cuarto, la vi, estaba cerca de la ventana abierta. Parecía poseída.
No sé en qué estaba pensando, no me hacía caso cuando le hablaba, le grité pero ni aún así hacía caso.
En un momento de desesperación, la tomé del brazo, la volteé, la besé y le dije las cinco letras: "TE AMO", para acabar con un fuerte abrazo.
No pensé en lo que decía, probablemente fue un impulso involuntario. Al ocurrir esto, todos quedaron paralizados menos yo.
No sé cómo vaya a afectar esto el futuro, pero estoy casi seguro de que lo hará.

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