Paso 12

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El día anterior fue de locos. Tantas emociones sentidas para acabar con otra. Vivir no es fácil para mí.
Desperté recordando el mensaje de la noche pasada, es en lo único que pensé en toda la mañana, ni caso le hice al desayuno. No puedo quitarme tal experiencia de la cabeza.
Llegando a la escuela, me senté en mi lugar, traía una nota de mi familia acerca del por qué de mi ausencia. Es todo un problema, se lo tenía que dar a mis maestros ya que cada ausencia hacía que descendiera un punto mi calificación. Maldita escuela.
Al sentarme en mi lugar sentía que alguien me veía, era María. Estaba hablando con Gabriela. ¿De qué habrán estado hablando prácticamente a mis espaldas?
Me dirigí hacia donde estaban, parece que se incomodaron un poco de mi presencia.
Le pedí a Gabriela que nos dejara a María y a mí a solas, así lo hizo. Me dejó platicar con ella.
Hablamos seriamente acerca de lo que ella sentía por mí, nada más que eso, no creí que me pondría tan nervioso. Todo acabó en un "no dejemos que esto arruine nuestra amistad", prácticamente la he dejado en la Friendzone. ¡Fuerza Masculina!
Sonó la campana, tenía clase con Horacio, nos hizo un examen sorpresa con su típica frase "Como dice la Biblia: Estén preparados porque no saben ni la fecha ni el lugar...". Frase que me parece buena para comenzar un examen.
Lo acabé, saqué 9.5, la segunda más alta del salón. Me sentí bien conmigo mismo, Clara sacó 10, como era de esperarse. Su manera de hacer los ejercicios es incomprensible.
Acabada la clase de Horacio, tocaba la clase de Berenice, la vaca gorda. Maldita vaca.
Revisó las tareas, me puso un 9 puesto que lo había hecho muy bien pero me faltaba una página. Parece que la vaca me hunde con ella, el odio hacia tal animal era algo que compartía con Daniel, por ello me caía muy bien.
Terminada la escuela, estaba prácticamente muerto. No quería hacer nada que no fuera dormir. Me dormí hasta las 6:00 p. m.
No comí ese día, pero cené como niño de hospicio. Comida y flojera. Que linda vida.
Chequé mi celular por si es que tenía alguna llamada o mensaje, pero no tenía. Segundos después recibí un mensaje. Era de María, su papá había fallecido en un accidente automovilístico. Nada pude haber hecho yo para evitar su tristeza, quizás, lo único que puedo hacer ahora es... quererla.

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