Paso 4

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Empiezo a pensar que el sueño es de una chica a quien debo seguir por un largo camino pues, como los días anteriores, la vi más cerca.
Seguí mi semana, martes. Clara y yo nos pusimos de acuerdo para realizar el trabajo, quedamos que lo íbamos a hacer en su casa porque le dije que la mía no tenía internet (lo cual es mentira).
Pregunté a mis papás si podía ir a hacer el trabajo, y, ya con su aprobación, me dirigí a casa de Clara, realmente era una casa pequeña, al menos más pequeña que la mía, toqué a la puerta, sonó una dulce voz, creí que era la de su hermana, pero era la de su mamá.
Clara abrió la puerta, la saludé y le agradecí por comprenderme y poder hacer el trabajo en su casa.
Conocí a toda su familia, a su mamá, a su papá, a su hermano y a su abuela. Era gente agradable, de corazón puro.
Me invitaron a comer, comimos unos deliciosos camarones a la veracruzana. Me fascinaron. Hasta le pedí la receta a la señora.
Terminando de comer nos dedicamos al trabajo.
Nos tardamos bastante. Yo no sabía cómo hacía ella los trabajos, la ayuda su mamá, ella le dice qué buscar en la computadora y ella lo escribe. Ojalá todos los padres fueran así.
Supe con esta visita que a ella le tenían que hacer una operación para quitarle la ceguera, es decir, la ceguera no es permanente, sino que se puede quitar, pero la operación es demasiado cara, tanto, que sus padres optaron antes por sus estudios que por la operación (el pago de la mensualidad es muy alto, sin contar la re-inscripción) porque les pareció más prudente pues con el dinero que gane con su trabajo lo podría sumar con un pequeño apoyo familiar y así conseguiría suficiente dinero.
Terminamos el trabajo, agradecí a su familia por su cortesía y me fui. Espero que no me hayan necesitado en casa.

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