7

3K 360 164
                                    

Era una fortuna o más bien una gran suerte que hasta el momento los zombies solían salir de sus escondites por las noches. Sin embargo, los cadáveres estaban por doquier, mientras más se adentraban al centro de Lima los cuerpos mutilados comenzaban a apestar el aire de la ciudad, estaba convirtiéndose en algo casi insoportable. Lisa disfrazaba el hedor con el olor del cigarro que terminó por marear a Jennie después de 20 minutos de silencio y la música que sin lugar a dudas la estaba sacando de quicio. ¿Cuándo demonios Lisa tuvo tan bajo gusto en la música? ¿Qué clase de género es? Espera, ¿hay género para esto?

Jennie, se acomodaba de un lado en su asiento, cruzaba una pierna, la otra, las estiraba, se tapaba un oído, cantaba en su mente lo que le gustaba tratando de callar el sonido que provenía de las bocinas del auto de Lisa, en resumen, si el plan de Kim y Manoban era torturar a Jennie entonces éste estaba teniendo un efecto en la pobre diva.

El ritmo cardiaco de Lisa se había calmado hace diez minutos, pero su enojo era evidente en la mirada que no dejaba de ver al frente, sus manos estaban de nuevo apretadas al volante y sus pulmones no habían descansado un segundo del humo de tabaco, cigarro tras cigarro, encendidos con el que estaba a punto de terminarse; la mandíbula apretadísima.

La cabeza de Lisa era una telaraña, no, era un laberinto que no tenía principio ni fin, sus ideas estaban revueltas, sus sentimientos y emociones a punto de convertirla en una torre quebradiza. Quería culpar a la química en su cerebro, luego al destino, después al alma y finalmente a ella por ser tan idiota. Se sentía celosa, perdida, insegura y hasta poca cosa; claro, ¿cómo iba Jennie a dejar a Minho por Lisa? ¿No acaso las mujeres quieren sentirse protegidas? Los brazos de Minho podrían servir para eso, hasta ella lo había comprobado, eso sin contar que después de todo su sonrisa es bonita, o que su estatura la haría sentirse como envuelta en un capullo, eso da comodidad… ah y lo que hace a Minho un hombre y que a muchas vuelve completamente locas, por eso hay lesbianas que son ocasionalmente bisexuales y disfrutan de un juguete que sea… real.

Y resulta que pensar tantas tonterías no te llevará a ningún lado Manoban, ¿por qué mejor no hablar con ella? ¿Y para qué? Para que me diga que le dé más tiempo y entonces ese tiempo no sea un día o dos, ¿sino semanas? Y luego resulte que sí es Minho con quien quiere estar, nah, mejor hasta aquí, no mas discusiones, ¡al diablo con Jennie Kim! Dudo que poniéndote psycho puedas remediar algo. Al diablo he dicho y mejor ya calla no estoy para tus desmadres mentales Manoban! Bachicha tirada por la ventana cigarro nuevo encendido.

Y en el asiento de lado una Jennie Kil con el mismo laberinto. Dejar a Minho no era la cosa mas sencilla del universo, ¿por qué? Recapitulemos: Jennie conoce a Minho, Minho conoce a Jennie, beso en el auditorio, lagrimas, Jennie le roba el novio a Lisa, amor y chispas por doquier, canciones dedicadas, sonrisas soñadoras, él se enamora de ella, ella de él (más).

Pero estaba Lisa, ella siempre lo estuvo; el único hombre que no tenía una estampa de ella era Heechul, ¿o si? La determinación para conseguir lo que se quiere Sí, la determinación. Lisa siempre fue una sombra y, a pesar de haber abierto la boca para acusar a Lisa de infidelidad y que todo el mundo se enterara de la traición y que Haeun era en realidad de BamBam, Jennie se sintió increíblemente triste.

Al acercarse a ella y verla con sus manos sobre su barriga, el corazón se le hizo trizas. Las lágrimas en los ojos de ambas era prueba más que fiel de todas las emociones que estaban teniendo cabida en su interior. En ese momento Jennie quería abrazarla y decirle que todo iba a estar bien, que la vida iba aponerse mejor, quería darle un beso y probar la sal en sus labios, ¿por qué? Entonces no se lo explicó, de hecho lo negó hasta el cansancio. Minho se había convertido en su obsesión desde hace mucho, así como Lisa y Heechul tenían determinación, ella también, todos eran unos egoístas, pero ella había sido una completa idiota y una ciega también.

El Amor En Tiempos Del Fin MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora