12 Into the fire [KaiSoo]

Capítulo 24

—¡Pero que hijos de puta! — grito JongIn pateando lo que quedaba de un cajón de madera, estaba tan molesto que termino por destrozar lo poco que quedaba intacto, toda su ropa y cosas estaban regadas por el piso que nos tomaría horas arreglarlo, trate de acercarme a él para colocar mi mano sobre su hombro, pero este arrojo su gorra al suelo solo para salir molesto de la habitación.

—JongIn aguarda...— dije tratando de alcanzarlo, pero se fue como alma que se la lleva el diablo azotando la puerta al salir, temía que este hiciera una escena y nos delatara por eso debía detenerlo — joder... — corrí hacia la puerta, pero al abrirla me encontré con un JongIn quien entro a la habitación suspirando pesadamente.

—La de Baekhyun y Chanyeol están igual, también la de Junmyeon y Yixing ... supongo que las de los otros miembros estarán igual no lo sé... no revise —me acerque a él lentamente tomando su rostro entre mis manos para que se enfocara en mí.

—Se que estas molesto, pero.... — este suspiro pesadamente tomando mis manos para dejar un beso sobre la palma de mi mano asintiendo.

—Debemos irnos cuanto antes — a pesar de que este respondía con calma aun veía las venas sobresaltadas en sus manos que me acerque para besar sus labios con un corto beso —iré por la chica... ¿tú podrías...? — asentí rápidamente alejándome de este, tomando alguna camisa y pantalón del suelo.

—Yo me encargo de hacer tus maletas — este se acercó tomando mi cintura para dejar un beso sobre mi mejilla, por lo que sonreí apoyando la camisa con el pantalón sobre su pecho alejándolo — anda te veo abajo... pediré un taxi. —

Sonrió tomando la ropa para después salir de la habitación, me sentí más aliviado al ver que este se había tranquilizado un poco que solo me dediqué a limpiar el desorden, lo suficiente como para hacer nuestras maletas y saber que era lo que supuestamente habían robado, no fue tanta mi sorpresa porque tal y como lo temía no faltaba nada en nuestra habitación, estaban buscando algo en específico y podía imaginarme lo que era, me preocupaba más que fueran tan descarados en buscarlo de esta manera tan obvia como si no les importara que nos percatáramos, eso me hacía cuestionar que tan valioso era ese documento mientras guardaba lo que quedaba de nuestras pertenencias también hice unas cuantas llamadas para tener todo listo cuando saliéramos de la academia, termine haciendo cuatro maletas no tan pesadas ya que en su mayoría era ropa de JongIn y mía, pero era algo doloroso cargarlas con todo mi cuerpo adolorido que solo pude bajarlas por las escaleras con esfuerzo, por suerte JongIn ya estaba esperándome que inmediatamente se acercó para ayudar arme a cargarlas junto con la joven con una camisa negra mía y un pantalón deportivo de JongIn.

—¿Es usted señor? — dijo la chica acercándose a mí por lo que levanté un poco mi gorra asintiendo —creí que los militares lo habían encerrado — negué rápidamente apoyando mi mano sobre su cabeza.

—Aún tengo que llevarte con tu hermano — los ojos de ella se humedecieron mientras sus labios temblaban asintiendo.

Los tres tuvimos que partir en largo y cansado viaje en especial para JongIn quien al llegar a mi casa decidido que el conduciría hasta el pueblo donde mi hermano estaba recluido, era solo dieciocho horas en auto, pero como estaba la carretera ahora probablemente llegaríamos de noche o con suerte al atardecer, no tuvimos mucho tiempo para prepararnos y teníamos más prisa por reunir a la familia que incluso la joven parecía estar tan nerviosa que tuvimos que detenernos un par de veces en alguna estación para que fuera al baño claro que aprovechamos la desviación para comprar comida para el viaje, intente ayudarle a JongIn a conducir en más de una ocasión pero este seguía negándose ordenándome que descansara o que solo tomara su mano mientras conducía o lo alimentara, me parecía un poco extraño que me pidiera ese tipo de cosas que regularme hacíamos, incluso cuando hablaba con la joven chica de dieciséis años llamada aeri, él necesitaba ayuda con el mapa o tenía sed repentinamente fue entonces que entendí de que estaba celoso y de alguna extraña manera remarcaba su posición como novio.