12 Into the fire [KaiSoo]

Capítulo 1

Desde que tengo memoria he tenido estos extraños sueños, de niño creía que eran solo pesadillas, todas las noches me despertaba gritando muy asustado y cada vez que esto sucedía mi padre entraba a mi cuarto para calmarme, se recostaba a mi lado contándome historias sobre sus grandes hazañas en el ejército, eso me hacía sentir tan seguro que podía conciliar de nuevo el sueño porque sabría que él estaba a mi lado y me protegería.

Las pesadillas jamás cesaron y cada vez eran más intensas, ir a dormir para mí era un infierno, prefería no dormir que incluso duraba días sin hacerlo, eso comenzó a preocupar a mis padres por lo que me llevaron con psicólogos y psiquiatras pero ninguno encontró rastros de algunos trastornos, maltratos o posibles traumas que dieran origen a las pesadillas, lo único que lograron hacer por mí fue darme pastillas para dormir, tuve suerte de que estas lograran funcionar y durante años dependí de ellas para dormir hasta que por fin cuando me sentí listo decidí dejar de tomarlas, fue cuando comprendí que no eran simples sueños.

Aquel sueño, me hizo entender las cosas de diferente manera, porque sabía cosas que un niño de 10 años no debía saber y se sentían tan reales que podía casi jurar que yo las había vivido.

En ese sueño me encontraba escondido detrás de los escombros de lo que había sido una casa, ya era el amanecer porque podía ver la luz del alba atravesar los espacios entre los escombros, salí lentamente de mi escondite mirando los restos de lo que se suponía era una calle pero en lugar de pavimento era solo arena y en lugar de haber edificios solo había restos de ellos por todas partes o paredes con marcas de agujeros del tamaño de mí mano, lo impresionante fue cuando mire la cantidad de gente correr de un lugar a otro tratando de huir mientras cubrían sus cabezas con sus manos , no entendía la situación solo seguía viendo como todos se alejaban hasta que de la nada mis pies dejaron el suelo de manera brusca y unos brazos me sostenían con fuerza mientras corría al igual que el resto, era uno de esos hombres con uniforme el cual giro su rostro para verme con una sonrisa sobre su rostro me di cuenta que iba en los brazos de mi padre, trate de llamarle pero era en vano el no respondía como si no me escuchara aunque estuviera gritando en su oído, mire hacia atrás para ver el motivo por la cual corría, a lo lejos se podía distinguir hombres armados que iban sobre camionetas, la imagen era abrumadora así que me aferre con fuerza a mí padre asustado, más hombres con uniformes seguían a mi padre y algunos tratando de detener a los hombres que nos seguían, este me llevo hacia un helicóptero con el resto de los niños dejándome dentro el, me miro y limpio la sangre que tenía en mi frente mientras susurraba unas palabras que nunca olvidare "La guerra nos enseña cosas no necesariamente buenas " para después alejarte entonces nosotros nos comenzamos elevar del suelo, trate de alcanzarte pero los hombres de uniforme me detuvieron y la escena logro llamar tu atención pues miraste nuevamente al cielo pero esta vez en tu rostro había una sonrisa triste que jamás olvidare y desde el cielo pude observar como los hombres de los que con tanta prisa intentabas huir estaban delante tuyo apuntando sus armas hacia ti.

Ese día había dormido más de lo normal y al despertar lagrimas bajan por mis mejillas haciéndome sentir muy afligido pero la mayor sorpresa me llevaría cuando baje las escaleras, mi hermano y mi madre estaban en la puerta de la casa charlando con el hombre que enviaron para decirnos lo que yo ya sabía, habías perdido la vida en una misión de rescate en Irak, nos hizo entrega de la Cruz de la armada en reconocimiento de tu gran valentía pero de qué sirve que reconozcan tu valor y conmemoren tú acto, si no pueden reparar el dolor que causa una gran pérdida.

-Kyungsoo... ¿Estas nervioso? - gire mi rostro hacia mi madre, trague saliva nervioso y asentí, ella acaricio mi mejilla tratando de calmarme un poco - no tienes de que estarlo eres como tu padre así que todo saldrá bien- agache mi rostro al escucharla y repetí en mi mente "eres Do Kyungsoo el hijo del General Do" pero eso no ayudaba a tranquilizarme ni un poco, aun me sentía muy nervioso " ¿Qué tal si no basta con solo ser su hijo?" todos esperaban demasiado de mí que me aterraba la idea de decepcionarlos y estaba tan preocupado pensando en eso que no me detuve a pensar cómo se sentía mi madre al tener a sus dos hijos en él ejército, ella se sentiría sola en casa pues comenzó a llorar mientras me abrazaba con fuerza -disculpa no quería ponerme sentimental pero...- me quite el cinturón para poder corresponder a su abrazo de igual manera.