Partido

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Lean la primera parte de esta historia en: Annawifeofsnape  les advierto de antemano, la primera parte tiene muchas faltas de ortografía y errores de gramática. Fue una de las primeras historias que escribí, por lo tanto no lo tomaba tan enserio como lo hago ahora. Espero que como quiera le cojan el ritmo a la historia y la entiendan completa para que esta continuación les haga sentido. Sin más... Ya pueden proceder a leer❤️

AMIRAH

SEVERUS ENTRÓ corriendo a la habitación.

Snape: Albus. No le digas ni una sola palabra.
Amirah: ¡A ver! Primero: ¿decirme qué? Segundo: ¿qué haces aquí? –me dirigí a Snape– te dije bien claro que no te quería ver.
Snape: No es momento de explicar, Amirah.
Dumbledore: Yo solo venía a decirle algo a mi nieta. Nada más. Ya sabes Saphiro, tienes que contar con ella.
Amirah: Sí, abuelo, lo haré.

Abuelo se fue y ignoré como si nada la presencia de Severus. De verdad que no quería hablar con él.

Observé como Amber se inclinó hacia adelante y terminó con la cabeza en mi almohada, mientras que Alyssa buscaba, con las manitos en el aire, balance hasta sentarse.

Amirah: Alyssa, mi amor, ¡te sentaste!
Alyssa: –se ríe y cae para atrás al colchón—.

Tomé a Alyssa con cuidado, la senté de nuevo y la solté un poco para ver si ella agarraba balance.

Amirah: ¿Ya?

La solté y se volvió a caer para atrás.

Alyssa: –se ríe más fuerte–

Severus se acercó a mi por la espalda y me volteó hacia él.

Snape: ¿Qué te pasa?
Amirah: ¿A mí? Nada. Estoy más que perfecta. —mentira—

Me tomó de las mejillas y me obligó a mirarle a los ojos.

Snape: Lo veo en tus ojos...

Sin parar de mirarle mis ojos tomaron otro color.

Rojo.

Amirah: Te voy a advertir una cosa, Severus. Que sea la primera y la última vez, que te atreves a echarme de un salón de clases como lo has hecho hoy. ¿Quién te crées?  –me acerqué a él mirándole desafiante–
Snape: Hmp. -rueda los ojos-
Amirah: A mí no me ruedes los ojos, maleducado. Ruédalos una vez más y haré que esos lindos ojitos tuyos se queden así.

Terminé arrastrándo sensualmente las palabras.

Él dejó salir un suspiro rasposo. Que parecía, más bien...

¿Excitado?

Snape: ¿Poniéndote agresiva, ¿eh? Muéstrame lo agresiva que mi linda niña se puede poner....
Amirah: Estás enfermo.
Snape: ¡Ay, sí, Merlín! ¡Estoy enfermo! Pero enfermo por la exquisita mujer que puedo llamar mía. –me tomó de la cintura–
Amirah: Si sigues molestándome, sí que te voy a golpear.
Snape: Házlo. Golpéame que estoy loco por agarrarte y devolverte el golpe.
Amirah: Atrévete a tocarme. –provoqué–
Snape: Te recuerdo que tú, y nuestras lindas hijas —las miró y les sonrió por sobre mi hombro, guiñándoles un ojo— se van a quedar dormiditas en algún momento... Y te tendré sobre mí cama, en mí habitación, dormida. –me dió media sonrisa– A mi merced.

Maldito loco.

Me solté de su agarre, empujándolo y volteé hacia las niñas, quienes estaban mirando todo, sentaditas una al lado de la otra; abrazándose.

Amirah: -sonriendo- ¿Y ustedes? ¿Qué miran?
Snape: No escuchen a su madre. ¡Está loca!
Amirah: ¿Ajá? ¿Yo soy la loca?
Snape: -me tomó de nuevo por la cintura– Perdonen mi error. Su madre no está loca, no... ¡Está loquísima!
Bebés: -se ríen hasta volverse a caer-

Sirius?Lupin?Snape?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora