Idéntico

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Amirah nunca fue alguien que confió ciegamente en las personas... Quizás en su familia sí, pero al darse cuenta que la familia tambien traiciona; desistió de la idea.

Solo una cosa pasaba por su mente mientras volvía adentro del Castillo.

Dixon.

¿Quién es Dixon?

¿Y por qué tanto drama por él?

Solo tenemos que esperar. Las respuestas solas vendrán, y lo entenderán. Todo.

Snape permanecía sentado en la silla de su oficina, contemplando el abismo de la habitación.

La misma pregunta se repetía en su mente. La visita de Charlie, su pérdida de memoria, todo.
Pero no lograba decifrar respuestas.

Severus optó por buscar la respuesta que quería. Y sabía que de Amirah no iba a sacar lo que quería escuchar, asi que se levantó de la silla y caminó a la puerta.
Tomó la manija y la abrió, revelando el pasillo vacío y sin señales de estudiantes.
Caminó a paso apresurado al despacho de la directora sin miedo alguno. Como Juan por su casa.
Llegó a la tan horrible gárgola de piedra y observó como ésta lo miraba desde arriba.

-Contraseña.

Snape: 1993.

La gárgola dudó, pero se movió revelando las escaleras, y él las subió de inmediato.

Snape: Por favor no estés en la oficina. -susurró para sí mismo-

La puerta estaba cerrada cuando llegó al último escalón, y estando allí enfrente, volvió a dudar.

Snape: Debo estar demente.

Empujó abierta la puerta y la cerró rápidamente detrás de él.

Nítidamente recogida y limpia, las cortinas abiertas, los libros en sus estantes bien organizados... Todo igual que siempre.

Dumbledore: ¿Portándote mal, Severus?

La voz del retrato de su tutor lo sobresaltó. Él lo imaginaba en cualquier otro lugar menos allí.

Snape: No.
Dumbledore: ¿Ah si? ¿Y qué haces aquí? Amirah no está.
Snape: Nada que te interese.

Fue al escritorio, abrió gaveta por gaveta.

Nada.

Snape: Tiene que tener alguna foto o algo...

Abrió el cajón que estaba en una esquina de la oficina, pero igual.

Nada.

Snape: Qué me escondes, Amirah... -susurró-
Dumbledore: Quizá yo te pueda ayudar a encontrar lo que estás buscando...
Snape: Dudo que tú, menos que nadie, lo sepas.
Dumbledore: Ilumíname.

Ambos hombres se miraron entre sí, pero Snape no iba a caer.

Se dirigió al cuarto de la bruja. Miró sobre su buró y vió las fotos de las gemelas que ella le había mostrado cuando le devolvió la memoria, fotos de ella cuando joven, Etc...

Y igual que con el escritorio que había en la habitación y empezó a abrir gavetas.
Buscó, y buscó hasta encontrar un marco que no había visto.

Snape: Bingo.

Lo elevó en el aire, observándolo.

Escuchó como la puerta de la oficina se abrió.

Y se frizó.

Él había cellado esa puerta.

Dumbledore: Bienvenida de vuelta... Amirah.

Amirah.

Sirius?Lupin?Snape?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora