Todo le pertenece a J. K. Rowling excep
to unas cosas.
¿Me está amenazando, Dumbledore?-
Aviso:
Habrán escenas fuertes, y muchas o algunas faltas de ortografía.
Incluye:
Sexo
Violencia
Lenguaje vulgar
Maltrato
Violación
Traición
Abandono
Asesinato
E...
LUEGO DE colocar a ambas bebés en la cama al lado de la nuestra, voltré a ver a Severus; quien se había sentado en el borde de la cama.
Amirah: ¿Qué tanto me observas? -reí- Snape: Dime algo... Cualquier cosa que tú hagas, y no te salga bien. Amirah: Bueno... Mis decisiones nunca fueron las más sabias, pero... -observé las bebés que estaban dormidas- ellas son lo mejor de las decisiones que hice bien. Snape: Hm. ¿Es así? -levantó una ceja- ¿y su esposo en dónde queda? Amirah: Mmm, déjeme pensar...
Puse mi dedo en mi barbilla, pensando mientras me acercaba suavemente a él y tomando lugar sobre sus piernas
Amirah: Aquí. -tomé su rostro con una mano y lo besé suavemente- usted también fue la mejor decisión que tomé, profesor Snape. Snape: Eso pensé -rió antes de darme otro beso-
Se escuchó como tocaron la puerta de la oficina y ambos rompimos el beso para mirar a la puerta de la habitación.
Amirah: ¿Esperas a alguien? Snape: Negativo, ¿tú? Amirah: No que yo sepa.
Traté de levantarme pero él me agarró de la cintura y me tiró sobre a la cama.
Amirah: ¡Déjame ver quién es! -grité mientras reía-
Él gateó hasta estar sobre mí.
Snape: Deja que se vayan, si no nos escuchan se irán más rápido... Amirah: ¡Pero no quiero que se vayan sin saber quién es! -me comenzó a hacer cosquillas- Severus Sssssnape! P-paraaajajajaaajajaj Snape: -sin detenerse- Vas a despertar a las gemelas. Amirah: Tienen un hechizo silenciador en su caaama -reí más fuerte-
Los golpes en la puerta del despacho se hicieron más fuertes.
Amirah: ¡PASA! -grité- ¡ya basta!
Traté de empujarlo pero él se sentó sobre mis caderas, dejando su peso en sus piernas para no hacerme daño.
Esta vez tocaron la puerta de la habitación.
Snape: Maldita Sea, ¿qué no se cansan? -se quitó- Amirah: -suspiré- ¡Gracias!
Me levanté y caminé hasta la puerta.
Amirah: Ah, hola. Hermione: Perdón por molestar tanto -se rascó la nuca y rió incómoda- ¿estabas ocupada? Snape: ¿Quién es? -se asomó- Ah, es usted, señorita Granger.
Miré a Severus y vi que se había quitado su capa y su lévita. Quedándose con su camisa blanca mientras desabrochaba los botones de las muñecas y soltaba lentamente los botones del cuello...
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Tragué fuerte.
Hermione lo miró fugázmente y me miró alarmada.
Hermione: ¡Sip! -no despegó la vista de mis ojos- Amirah, voy a la biblioteca, te lo había dicho hace un rato pero no pudiste... Quieres venir? Snape: Lo siento mucho, Granger... Pero Amirah no podrá ir. Hermione: P-pero, ¿por q-qué, señor? Amirah: Sí, ¿por qué no, Severus? Snape: Porque Usted, Mi Señora, tiene un rol de esposa que cumplir. -señaló la cama- Ahora. Hermione: ¡Puedo venir más tarde si quieres, Amirah! -dijo rápido- Amirah: No, Hermione, tranquila. Severus, voy a ir a la biblioteca con Hermione. Vengo. Después.
