Sirius?Lupin?Snape?

El piso

Narrador Omnipresente.... OSEA SHOOOO

Amirah metió sus dedos en el cabello de Severus,prohibiéndole alejar su cálida boca de la suya.

— Amirah — murmuró tratándo de alejarse,pero ésta comenzó a caminar hasta sentársele sobre la falda. Los dos sentados sobre el escritorio.

Metió una de sus grandes y rudas manos por la falda de la jóven pedadoga y lo toqueteó terriblemente suave.

— házlo carajo! — susurró ella contra sus labios. Sientiéndo como él sonreía en el beso —

— Levántate — le ordenó firme él —

Ella se levantó y él igual.

— Ponte sobre el escritorio. Súbete la falda y quítate las bragas —

— Aquí?. Ahora?! —

— No querías que te metiera los dedos?. No nena,te meteré algo que te extasiará y te dejará gritándo y pidiéndome más peor que mis dedos. Súbete al maldito escritorio —

La excitó más?. Si.

Si chistar se levantó la falta hasta la cintura y se trepó sobre el escritorio,sus redondas nalgas chocándo contra la fría madera. Se bajó las bragas y se las extendió al pelinegro,quién miraba todo con diversión.

— Mi Amirah tan desesperada como siempre — sonrió — Acuéstate — la miró y agarró las bragas — y abre esas lindas piernas tuyas —

— La puerta —

— Qué tiene? —

— Cierra la puerta con seguro,por Merlín,Severus! —

—Na,así está bien —

Un fuerte gemido salió de su garganta cuando sintió su boca cerca de su humedad. Tomó su pierna izquierda y la besó,chupó,lamió y motdió,hasta dejar una visible marca roja en ella.

— oh mi dios... — gimió —

Quejándose al sentir que él se detuvo,lo miró. Perpleja. Antes de que la volviera a besar.

Y en un segundo,la penetró,chocándo enseguida con su punto G.

— Mierda — susurró él,mordiéndo la oreja de la mujer en cuestión — Estás tan caliente Amor —

Ella se aferró a su espalda y la aruñó dejándo bonitas marcas rojas por toda ella.

— Más fuerte,Snape — lo miró —

— Más? — sonrió engreído — quieres más?. Pídelo —

— Estás loco —

— Pero por ti-

— AAAAAAAHHHHHHH MIS OJOOOOOOSSSSSSS —

Ambos miraron alterados hacia dónde provino el sonido.

— Señor Colbourn,nosotros-....

— SÉ muy bien que hacen,señora directora — se volteó — me tienen que sacar los ojos!.

— qué sucede mati? — una chica se le acercó —

[Play]

Amirah tomó rápido su varita y cerró de un portazo la puerta.

— Quítate —

— Cariño-...

— No. Severus. Levántate. —

Severus se levantó de sobre ella y sacó su miembro lentamente del coño de Amirah. Ésta dejándo salir una respiración temblorosa.

Se levantó del escritorio y se bajó la falda. Snape teniéndo aún sus bragas,sin dignarse apenas a devolvérselas.

— Te dije que cerraras la maldita puerta con seguro,Tobias. Por qué carajo no me haces caso?! — reclamó enojada — cínico —

Se dió la vuelta y entró por la puerta que se encontraba en la parte trasera del aula.

*Ocho horas más tarde*

Se escuchó como puertas se abrieron,se cerraron, voces.

Dos.

Tres?

Tres Voces?

TRES VOCES!

SEVERUS!

Abrí fuertemente la puerta para encontrármelo sentado encima del escritorio.

— Qué sucede,cariño? —

Entrecerré los ojos y lo miré extrañada.

— Qué fué todo ese ruido,Severus? —

— Qué ruido? —

— No te hagas el menso Severus. Sabes muy bien de lo que hablo —

Miré alrededor del salón.

Todo normal....

Momento.

— Por qué tu lévita está tirada en el piso?. Hace menos de dos minutos la tenías —

Él miró al piso y la vió.

— eeeeehh,por nada,solo se me olvidó, — tartamudeó — se me olvidó volvermela a poner,hace mucho calor —

Y se veía que tenía calor. Tenía gotas enormes de sudor bajándole por la frente.

— Qué te pása? —

— a mi? Nada querida, y a ti? —

Se escuchó un grito ahogado en unas de las puertas del salón.

— Qué fue eso?! —

— Qué fue qué? —

Caminé hacia dónde escuchó el ruido,pero cuándo fuí a abrir la puerta.

Me agarró el brazo.

— No entres ahí. Te estoy hablándo —

— Uno. Escuché un grito. De un HOMBRE. Dentro de MI SALÓN. Dos. Suéltame el brazo — me alejé bruscamente — No eres nadie para decirme qué hacer y que no. Entendido? —

— Soy tu esposo —

— No me vengas con esas mierdas ahora y no te me acerques —

Tomé la manija de la puerta y cuándo la abrí el cuarto estaba todo oscuro.

— a-ayúdame —

— Te dije que no debiste abrir la puerta Amirah —

Dijo detrás de mi hasta que algo se rompió contra mi cabeza.

Una botella de vidrio.