Amirah POV
Luego de una larga noche de darle mil vueltas a la cama y no lograr coinciliar el sueño, decidí hacer algo al respecto. Salí de mi cuarto, cerrando la puerta con mucho cuidado de no hacer ningún tipo de ruido, con precaución bajé las escaleras: y tomando asiento en el sofá. Tenía mi varita en mi mano y sólo esperé, y esperé, y esperé hasta que logré notar movimiento afuera.
Todo estaba apagado, por lo que podía ver la calle por las luces de la calle. No había manera de que pudieran ver hacia adentro. Las cortinas permanecían cerradas y las ventanas igual, con su debido seguro puesto.Cuando hablamos de seguridad soy una vieja obsecionada y loca.
Suavemente me acerqué a la ventana y apunté mi varita a la cortina.
Amirah: Revelio.
Através de la cortina se veía el mismo señor que vino esta tarde junto con Anastasia.
Samuel: ¿¡Por qué no me dijo que ella no le había dicho su apellido, es tonta o qué!? -le susurró medio gritado-
Anastasia: No señor, lo siento... lo olvidé -susurró-
Samuel: Por su estupidez ahora tengo que tomar cartas más serias en este asunto...y lo de las galletas.... ¡Estoy seguro que no se comió ni una sola! Apuesto que ni las olió.
Anastasia: ¿Usted la conoce señor? ¿Cómo supo su apellido?
Samuel: Eso no importa. Lo que sí sé es que yo mismo me tuve que haber expuesto cuando le pregunté lo mismo que estaba en la maldita carta. -susurró- ¿Por qué soy tan imbécil!?
Anastasia: ¿Crée que ella sospeche algo?
Samuel: Es muy lista, claro que sospecha algo. Va a hablar con alguien, estoy seguro.
Anastasia: ¿Por qué le dimos esas galletas desde el principio, señor?El se paró derecho y la miró sin expresión.
Hasta a mí se me pararon los pelos.
Pero esa mirada... detrás de esos lentes me parecía demasiado familiar...
Samuel: ¿Por qué mejor no se mete en sus asuntos, y me ayuda en lo que le ordené? Después de todo, sólo es mi asistente y no tengo que darle explicaciones.
Anastasia: Yo no le pedí serlo.
Samuel: Claro que lo hizo. De todas las maneras posibles... incluso se puso de rodillas!
Anastasia: Sí, pero eso fue en su forma normal. Y creo que no es momento, ni lugar para discutir este tema... ya que estamos en casa de una mujer a las 4 de la madrugada, tratando de mirar atravéz de sus cortinas! -susurró-Bajé mi varita y silenciosamente abrí la puerta, saliendo y parándome con los brazos cruzados a mirarlos.
Amirah: Lindas horas de visitar, vecinos.
Ellos se frizaron y voltearon hacia mí.
Samuel: Buenos días -sonrió-
Ay Dios, qué sonrisa...
Concéntrate, Amirah.
Samuel: Veníamos a ver si estaban despiertos...
Amirah: No me diga, señor Gómez. ¿A las cuatro de la mañana? ¿Para qué? ¿Para invitarnos cordialmente a desayunar? Mire, hágase un favor y regrésese a su casa. Que aquí nadie quiere a personas de doble personalidad -señalé su casa con la palma de la mano abierta- y si le interesa tanto el tema de las galletas; déjenme decirles que no soy tan tonta como para no darme cuenta que éstas tenían amortentia! -susurré los suficiente alto para que me oyeran- váyanse a dormir y no vuelvan por aquí. O llamaré a los aurores, y si se les ocurre mandarme otra carta amenazándome...Señalé entre él y yo.
Amirah: usted y yo tendremos problemas muy serios, señor Gómez. Ahora largo, ¡que me dañan el césped!
Vícomo a regañadientes agarraba el brazo de la chica y la empujaba hasta la casa.
Amirah: Sabía yo que algo se traían esos dos -murmuré y cerré la puerta-
Alyssa: ¿Mami? -dijo desde las escaleras alumbrando con su varita- Mami, ¿eres tú?
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Sirius?Lupin?Snape?
RandomTodo le pertenece a J. K. Rowling excep to unas cosas. ¿Me está amenazando, Dumbledore?- Aviso: Habrán escenas fuertes, y muchas o algunas faltas de ortografía. Incluye: Sexo Violencia Lenguaje vulgar Maltrato Violación Traición Abandono Asesinato E...