- ¿En que piensas?- Dice Ernesto mientras miramos el techo de la fortaleza tirados en el piso.
Me encantaría decirle que en su hermano, ¿pero cómo reaccionaría? Seguramente me odiaría. A fin de cuentas el azul es mi familia y tantas veces le he repetido a Ernesto que debe pelear por nosotros sin importar que compita con su hermano. ¿Habrá notado que no se parecen en nada? Es como si fueran de familias diferentes.
Siento un codazo en las costillas y sé que tengo que responder rápido.
- Debí ganar mi punto. Si me hubiera esforzado más Nat no se hubiera ido. - Espero que suene creíble.
- Pascal, no importa si eres el capitán. Tus puntos no valen más que los nuestros. - Se ríe tontamente. Quizá no fue tan creíble. - Íbamos tres a nueve. Nunca habríamos hecho siete puntos seguidos.
Suspiro. Y pienso que debí felicitarlo. Quizá así podría saber si él es lo que me deja intranquilo. No es que Natali no sea importante, es que su partida no me dolió tanto como el sandwich imaginario.
- Agh, hoy estás insoportablemente aburrido. Voy a buscar a David. Seguro está...
Ignoro la voz de Ernesto mientras cierro los ojos. La mente se me va a Aristeo saltando los obstáculos frente a mí. ¿A qué olerá? ¿A qué sabrá?
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El corazón es un músculo [Aristeo x Pascal] ~ Finalizada ~
RomanceEs casi ley, que los amores eternos son los más breves. ¿Qué pasa cuando el amor está en el equipo contrario? ¿Puede un atleta amar a su competencia? El corazón también es un músculo y Aristeo y Pascal lo descubrirán pronto.