Tenía un nudo en la garganta. Sabía que todo lo había hecho mal. Cada paso, cada desición torciendo un destino que pudo ser diferente. Mejor.
Salí por la ventana como tantas veces lo había hecho. Pero esta vez tenía que correr hacia otro lado. Si mis cálculos eran correctos tenía tiempo para llegar antes de que la van saliera.
Ernesto me había explicado que sucedía una vez que eras eliminado. Así que sabía exactamente donde debía estar el transporte con quien sea que saliera esta semana.
Aunque las lágrimas me corrían y me nublaban los ojos, seguía esperanzado de ver a alguien más despidiéndose.
Una semana más, era todo lo que necesitaba. Una semana más y diría la verdad. No importa que me corrieran. Ya no importaba nada porque estaría con él.
Me acerqué por detrás de la camioneta que se encendía. Comencé a golpear la ventana. No podía dejar que se fuera sin saber si aún tenía una oportunidad.
La puerta se abrió y vi su sonrisa. Sentía que las piernas me temblaban. No estaba listo para esto.
- Aristeo Cázares. Pensé que no ibas a llegar.
Corrí hacia él y lo besé como si vivir dependiera de ello. Sentí que mis lágrimas mojaban su rostro. Sentí sus brazos rodearme.
- Te espero afuera. Allá todo será diferente.
Me dijo mientras se separaba de mí y cerraba la puerta.
Caí de rodillas al suelo mientras la camioneta arrancaba.
Afuera todo sería diferente.
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El corazón es un músculo [Aristeo x Pascal] ~ Finalizada ~
RomanceEs casi ley, que los amores eternos son los más breves. ¿Qué pasa cuando el amor está en el equipo contrario? ¿Puede un atleta amar a su competencia? El corazón también es un músculo y Aristeo y Pascal lo descubrirán pronto.