Los viernes y sábados comemos todos juntos. Hoy es viernes y estoy frente al gran comedor. Entro nervioso, sé que Ernesto iba a entregar mi mensaje anoche. No sé si era lo suficientemente épico como debía ser. Solo sé que siento que me falta el aire, como si llevara toda la mañana entrenando.
Lo miro del otro lado del comedor y siento un escalofrío recorrerme. Me sudan las manos. Las limpio rápidamente en mi playera. Espero que no lo notara.
Se ve muy feliz. Está con David, se ríen y bromean. ¿Qué debo hacer ahora? ¿Debería acercarme? Ernesto está ahí también. Podría usarlo de escusa.
- ¡Hermano! - grito mientras levanto el brazo derecho. Quizá fue muy efusivo. Veo que Ernesto me mira apenado. Camino un poco más despacio. ¿Debería apurarme? ¿Qué es lo normal?
Me siento a la mesa, justo al lado de Ernesto, frente a Pascal. ¿Por qué hace tanto calor?
- ¿Qué tal compañeros? ¿Qué hacen? - escupo las palabras sin saber que hacer. ¿Compañeros? ¿Puedo sonar más estúpido?
Silencio. Hay demasiada tensión. Golpeo a mi hermano debajo de la mesa.
- Ah... Sí... Solo hablamos de lo que quisiéramos que hubiera de postre. - dice Ernesto.
- Sí, yo quisiera pastel de chocolate. Aún que no sea - interrumpo a David con un golpe en la mesa. No era mi intensión callarlo. Solo estoy nervioso.
- ¡Lo tengo! A mí se me antoja un plato enorme de helado de menta. - las palabras siguen brotando de mi boca, sin control. - ¿Qué opinas Pascal? ¿No suena delicioso?
Miro sus ojos grandes. Veo que se sonroja un poco y después...
- No me gusta la menta. Suena mejor el pastel de chocolate. - desvía la mirada. Está ¿molesto?
Me giro a ver a Ernesto. ¿No habrá recibido mi mensaje? David nos mira a los tres.
- Bueno igual podría ser un helado de chocolate con menta. Para que a todos les guste ¿no? - David intenta revivir la conversación. Pero yo no hablo de comida. Yo tengo antojo de algo más.
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El corazón es un músculo [Aristeo x Pascal] ~ Finalizada ~
RomanceEs casi ley, que los amores eternos son los más breves. ¿Qué pasa cuando el amor está en el equipo contrario? ¿Puede un atleta amar a su competencia? El corazón también es un músculo y Aristeo y Pascal lo descubrirán pronto.