No sé como me dejé convencer. Corro detrás de Ernesto por caminos poco iluminados. Siento el viento frío sobre mi piel afiebrada.
No sé a dónde vamos, solo sé que si la producción se enterara los tres estaríamos expulsados seguramente. ¿Y todo por qué? ¿Por un beso? ¿Por curiosidad? Porque cada vez que lo veo quiero tenerlo entre mis brazos tal vez.
Que tontería tan grande. Tres hombres adultos a la mitad de la nada con juegos de adolescentes. ¿Te gusto? ¿Así imagina Ernesto que sucederá todo? Estoy cansado de los enredos y las indirectas. "Se me antoja la menta" retumba en mi cabeza y aparto las ganas de sonreír.
No me quiso explicar nada, solo dijo que debíamos hablar. Que el no iba a ser mensajero de nadie. Que quizá la menta era lo que su hermano necesitaba. ¿Y yo que necesito?
Creo que al fin llegamos.
- Espérame aquí un momento. No hagas ruido. - me susurra mientras se aleja.
¿Podemos ser más infantiles? Me falta el aire cada vez más. Como si siguiera corriendo. ¿Debería solo aparecer y que se acabe esto de una vez? La piel me quema y la garganta se me cierra.
Ernesto vuelve y me hace un gesto de que guarde silencio. Me toma de la mano y me lleva hasta el mismísimo Aristeo Cázares. En todo su esplendor.
Entonces pasa. Corre hacia mí y me rodea con los brazos. Solo puedo tragar saliva. Busco a Ernesto con la mirada pero es como si nunca hubiera estado ahí. ¿Cómo diablos voy a regresar?
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El corazón es un músculo [Aristeo x Pascal] ~ Finalizada ~
RomanceEs casi ley, que los amores eternos son los más breves. ¿Qué pasa cuando el amor está en el equipo contrario? ¿Puede un atleta amar a su competencia? El corazón también es un músculo y Aristeo y Pascal lo descubrirán pronto.