El refugio pasó de ser un escape de hermanos a un respiro para Pascal y para mí. Corríamos a vernos cada vez que teníamos oportunidad. Pasábamos la tarde entera entre risas, besos y pláticas.
Después de un tiempo comencé a llevar libros, fotografías y música para compartir. Pascal trajo una hamaca. Nos acurrucábamos esperando no caer. Y disfrutamos de muchas noches bajo las estrellas soñando con las aventuras que tendríamos al salir. El juego se volvió algo irrelevante para ambos.
- ¿Quien diría que este pequeño espacio sería un hogar para mí? - me dijo una noche mientras me desordenaba el cabello.
Lo miré a los ojos y supe que lo amaría por siempre. Ese hombre es todo lo que necesito en la vida.
No contesté, solo sonreí como idiota y lo besé. Hacía calor y nos mecíamos lentamente en una hamaca cerca de las playas del Caribe.
Parecía un sueño. Y muy pronto despertaríamos de él.
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El corazón es un músculo [Aristeo x Pascal] ~ Finalizada ~
RomansaEs casi ley, que los amores eternos son los más breves. ¿Qué pasa cuando el amor está en el equipo contrario? ¿Puede un atleta amar a su competencia? El corazón también es un músculo y Aristeo y Pascal lo descubrirán pronto.