Descubrimientos

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Me dispuse a disfrutar de un buen sueño reparador, pero justo cuando iba a cerrar los ojos, un ruido me sorprendió. Venía de la única ventana de mi cuarto, me levante de golpe y mire afuera...

No había nada, volví a mirar, pero ya pensando que me lo debía haber imaginado y entonces en ese justo instante, me di cuenta de algo muy extraño; el vecindario estaba cubierto de una leve niebla, blanquecina.

Deje al lado mis preocupaciones y me fui a dormir, estaba seguro de que mis alucinaciones se debían al fruto del cansancio.

Me lavé la cara con agua tibia, sintiendo como poco a poco me iba despertando. Camine hasta la cocina y me topé con una nota en la que mi madre me advertía que no volvería hasta tarde, ya que le había surgido una urgencia en el trabajo.

Mi padre tampoco estaba presente, con lo cual abrí la nevera, cogí dos huevos y procedí a hacerme un omelette. Cuando estuvo listo, saque dos tostadas y puse a esta entre el par. Bostece y devoré mi desayuno, estaba bastante bueno.

Cuando termine, corrí hacia el jardín sintiendo la suave brisa rozándome la cara. Entonces, por cierta razón me vino a la mente la imagen del hombre con cuernos y decidí investigar un poco. Busque en internet, libros y alguna que otra enciclopedia hasta que, en un volumen muy viejo y roto encontré lo que buscaba.

Según ese relato, una antigua diosa Egipcia llamada Hathor era representada como a una vaca, teniendo en consecuencia cuernos. Aquello no se podía tratar de otra cosa, un momento, ¿dioses egipcios?

Si se lo contaba a alguien me tomarían por un chiflado, ya que no estaba para nada demostrado que fueran reales y la gran mayoría de gente afirmaba que jamás habían existido... Decidí que no se lo contaría a nadie, y así las semanas pasaron sin que sucediera nada fuera de lo normal.

Aquel día, finalizaría el primer trimestre, y en nuestro instituto se había decidido hacer un baile de navidad. Ese día, acompañé a mi madre a comprar, y de paso, me conseguí un conjunto negro formado por una chaqueta de cuero y unos tejanos rotos para la ocasión.

Salí de la tienda sintiéndome mejor de lo que había entrado, y vi como unas chicas del fondo me hacían señas para que me aproximara. Estaba cansado, de modo que simplemente las ignore.

Una leve vibración centró mi interés en la pantalla, mi amigo, me había enviado un mensaje diciendo de quedar unos minutos antes de la celebración. Subrayo el hecho de que debía contarme algo muy importante, pero pese a mi mensaje preguntando de qué se trataba, no quiso anticiparlo.

Ya estaba harto, de que él siempre fuera tan sobre protector, de manera que por primera vez en todo este tiempo, le desobedecí.


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¡𝔸𝕢𝕦𝕚 𝕖𝕤𝕥á 𝕖𝕝 𝕢𝕦𝕚𝕟𝕥𝕠 𝕔𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠!

 𝕊é 𝕢𝕦𝕖 𝕖𝕟 𝕥𝕖𝕠𝕣í𝕒, 𝕥𝕒𝕣𝕕𝕒𝕣í𝕒 𝕦𝕟𝕠𝕤 𝕕í𝕒𝕤 𝕞á𝕤 𝕖𝕟 𝕤𝕦𝕓𝕚𝕣𝕝𝕠, 𝕡𝕖𝕣𝕠 𝕡𝕠𝕣 𝕔𝕚𝕖𝕣𝕥𝕒𝕤 𝕣𝕒𝕫𝕠𝕟𝕖𝕤 𝕙𝕠𝕪 𝕙𝕖 𝕥𝕖𝕟𝕚𝕕𝕠 𝕥𝕚𝕖𝕞𝕡𝕠 𝕤𝕦𝕗𝕚𝕔𝕚𝕖𝕟𝕥𝕖 𝕡𝕒𝕣𝕒 𝕒𝕔𝕒𝕓𝕒𝕣𝕝𝕠.𝕋𝕒𝕞𝕓𝕚é𝕟, 𝕢𝕦𝕖𝕣í𝕒 𝕕𝕖𝕔𝕚𝕣 𝕢𝕦𝕖 𝕖𝕟 𝕖𝕤𝕔𝕣𝕚𝕓𝕚𝕣 𝕥𝕠𝕕𝕠 𝕝𝕠 𝕣𝕖𝕝𝕒𝕔𝕚𝕠𝕟𝕒𝕕𝕠 𝕔𝕠𝕟 ℍ𝕒𝕥𝕙𝕠𝕣 𝕞𝕖 𝕙𝕖 𝕓𝕒𝕤𝕒𝕕𝕠 𝕖𝕟 𝕙𝕖𝕔𝕙𝕠𝕤 𝕣𝕖𝕒𝕝𝕖𝕤. 

𝔻𝕖𝕛𝕒 𝕦𝕟 𝕔𝕠𝕞𝕖𝕟𝕥𝕒𝕣𝕚𝕠 𝕤𝕚 𝕢𝕦𝕚𝕖𝕣𝕖𝕤 𝕝𝕒 𝕔𝕠𝕟𝕥𝕚𝕟𝕦𝕒𝕔𝕚ó𝕟🤗

¿Diferentes o iguales?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora