Volví a casa para acabar de prepararme, y al salir, con las prisas, le di un golpe a la única fotografía que quedaba de nuestra familia completa. Apurado, intente agarrarla antes de que se cayera al suelo, pero por desgracia no lo logré.
Con estruendo, el cristal estalló en mil pedazos, sin darme tiempo a reaccionar. Irremediablemente, un trozo de este saltó y me causo un pequeño corte en la muñeca que al cabo de unos pocos segundos empezó a sangrar abundantemente.
Atropelladamente, agarré una toalla que tenía a mano y presione, intentando detener el sangrado. Respire hondo y al cabo de un rato este dejo de gotear. Por casualidad, di un vistazo a al reloj. Ya habían pasado cinco minutos de la hora, en la que en teoría, debíamos llegar al baile.
Rápidamente, cerré la puerta de la entrada con un portazo y anduve al lugar indicado. Di una vuelta de 180º con tal de evitar nuestro encuentro y con suerte solo llegué unos diez minutos tarde. Estaba repleto de gente, pero no atisbe ningún rostro conocido.
Me entró una sensación de soledad, pero justo en ese instante oí como la voz de Shane me llamaba. Corrí hacia esa dirección hasta encontrarme, súbditamente perdido en la oscuridad. Solo se oía el sonido de mi respiración, y parecía que cuanto más tiempo pasara, mi miedo aumentaba.
De repente, escuche unas fuertes pisadas que provenían de mi izquierda. Parecía que se aproximara un ejército entero, de manera que, sin más remedio, empece a correr en la dirección contraria, intentando escapar.
Pese a mis esfuerzos, ellos me encontraron igual.
Un hombre de mediana edad me sujetó, me puso una mordaza a la fuerza y me levantó con demasiada facilidad del suelo. Me cargó sobre sus hombros de acero y prosiguieron la marcha. Eran sorprendentemente veloces, y al cabo de unos minutos perdí en cuenta cuanto habíamos avanzado.
De golpe, se puso tenso; algo se aproximaba. Salió de la oscuridad, un chico de mi parecida edad. Eso era lo único normal de él. Tenía de extra unas orejas como de gato y un morro empezaba a crecer. Caí en cuenta, se estaba transformando en una especie de Chacal-humano.
Grité con todas mis fuerzas, pero simplemente se escuchó un leve gemido. Milagrosamente aquella descomunal bestia se fijó en mí, lanzándome una mirada repentina.
Había algo en esos ojos que me recordó al chico con el cual debería haber quedado antes. Pero entonces, por lo menos un centenar de proyectiles fueron disparados con el mismo objetivo.
Lo último que escuche antes de ser raptado fue ese grito de dolor, aullando mi nombre.
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¿Diferentes o iguales?
HistoryczneTrata de una historia de amistad.. o algo más entre un adolescente humano y un dios. Está ambientada en la mitología egípcia...