Aliados

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Al parecer, la iglesia donde nos habíamos instalado pertenecía a alguien más y además, fue quitarle por un segundo la mirada a mi amante para que este, se fuera rápidamente. Supongo que se fue para comprobar si era una amenaza, pero como tardaba mucho en regresar decidí ir allí, con la intención de asegurarme que todo iba correctamente.

Atravesé la gran portalada, pudiendo así visualizar la escena que provocaba aquel molesto ruido. Se trataba de una chica rubia, de ojos azul oscuro que debía tener unos veinte años como mucho. Esta, luchaba contra un chico, también rubio, de su parecida edad. A pesar de la fiereza con la que combatían, ninguno de los dos tenía ni un insignificante rasguño.

Me fijé en los mangos de sus espadas, con una línea negra, gruesa que reseguía su contorno. Sus filos estaban adornados con pequeñas gemas que resplandecían en la oscuridad tan pronto como las dos armas se encontraban.

Vi a Anubis, convertido en su forma espiritual, intentando detenerlos sin éxito. Al parecer, sus poderes no tenían ningún control sobre aquel acontecimiento. Observe como, enseguida, la joven vencía a su oponente y, cuando se disponía a dar su golpe final soltaba su espada, dándole la mano y, por lo tanto, ayudándole a que se levantara.

Suspiré más tranquilo; Por una milésima de segundo había llegado a pensar que realmente se iban a matar entre ellos, pero, al parecer, solo estaban entrenando.

Después de esto, demasiado tarde, me di cuenta de como sabían de nuestra presencia desde hacia minutos. Lentamente me giré, haciendo que las tres miradas se encontraran y, en ese instante fue cuando comprendí que ellos, estaban de nuestro lado.

¿Diferentes o iguales?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora