XXVII. Comunicación

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Lamento no haber actualizado antes. Quien escribe, tal vez pueda sentirse identificado conmigo en algún punto... básicamente escribir esta historia me recordaba y recuerda a un amor, un amor que hoy es pasado. Intenté muchas veces cerrar esta historia y no lo lograba, estaba bloqueada. Tenía escrito casi todo, pero me faltaba el final. Y me costó horrores sentarme y que las ideas surjan solas. Además de que mi trabajo consumía gran parte de mi tiempo, entre otras cosas. 

Siendo 27/03/22, volví a abrir esta historia... donde casi tenía el capítulo escrito. Y aquí estoy, cerrando este viaje... porque se merecen un cierre digno, espero dárselo. Gracias por ser parte.

24/08/22: Como me tardé, la re put4 que lo re mil parió, jajaja. Bueno, nada... dos cosas muy buenas: La primera, ese amor del pasado ya volvió a estar en el presente y estoy muy feliz por ello. Y segundo, el final de Pink Kryptonite es una realidad... cerraremos esta historia e intentaré que sea de la mejor manera posible.

Si estás acá, gracias. Espero que te guste esta recta final...

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Ocho meses después.

Martes por la tarde.

—¿Y cómo sigues con Lena? —Alex preguntó mientras se servía una taza de café.

—De maravilla —Kara sonrió sentándose en el taburete de la cocina—. Ella es realmente increíble —suspiró para luego beber un sorbo de su café.

—¿Y la convivencia? —arqueó una ceja sentándose frente a su hermana—. Digo, no es fácil convivir contigo —bromeó.

—¡Oye! —se quejó sin evitar reírse—. Y muy bien, la verdad. Llevamos casi un mes viviendo juntas y es todo... mágico.

La agente sonrió feliz al escucharla, pues se alegraba mucho de su felicidad.

—Me alegro, Kara.

—¿Y tú con Kelly? —le dio una mirada divertida.

—Oh, cállate —se mordió el labio—. Aún no sé cómo proponerle casamiento.

—No tienes que hacer nada extravagante. Ustedes se aman. Sé que Kelly estará feliz, independientemente de cómo se lo pidas —le guiñó un ojo—. Hazme caso.

—Sí, lo sé. Pero aún así quiero que sea perfecto.

—Y lo será —le aseguró—. Debo irme —miró su reloj—. Le prometí a Lena pasarla a buscar a L-Corp.

—¿Eres su chófer personal? —se burló.

—Seré todo lo que ella quiera —expresó levantándose.

—Oh, Dios mío. Que cursi eres —simuló vomitar.

—¡Mira quien habla! «Quiero que sea perfecto» —la imitó entre risas.

—Vete antes que Lena te llame la atención por llegar tarde.

Kara le sacó la lengua, burlona, y se marchó del departamento de su hermana volando.


Aterrizó suavemente en el balcón de L-Corp. Lena, al escucharla, se volteó y sonrió enormemente.

—Tres minutos tarde, Danvers —chequeó su reloj, que indicaba las 17:33.

—¡Lo siento! Alex me distrajo —se disculpó acercándose.

Pink Kryptonite - SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora