XIV. Perder

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A pesar del cansancio, Lena no durmió en lo que quedaba de la madrugada. No podía, se sentía atormentada.

La mujer Luthor había sufrido mucho durante su vida. Vio morir a su madre a los cuatro años de edad; fue adoptada por una temible familia que la había engañado, pues era su familia de sangre; su madrastra Lillian siempre mostró desprecio por ella; su hermano Lex había sido su ancla, su apoyo incondicional... hasta que él se obsesionó con Superman y se dejó llevar por el mal. Por si no fuera poco, sufrió diversas traiciones... la traición de su ex mejor amiga Andrea Rojas aún dolía. Toda su vida había sido dolorosa, pero todo cambió cuando Kara Danvers llegó a su vida.

Se había prometido a sí misma que no volvería a confiar en nadie más en su vida, se había prometido cerrar su corazón para cualquiera que se atreviera a quererla. Se obligó a cerrarse al amor, ya sea romántico o amistoso. Hasta que Kara Danvers le sonrió.

Recordaba aquél primer encuentro con ella, lo recordaba a la perfección.

«—¿Y quién eres tú?

—Amm... Ah... Soy Kara Danvers. Soy de CatCo Magazine. Algo así.»

«—¿Y qué hay de usted, señorita Danvers? No vi su nombre en el artículo.

—Ah, ammm... Bueno, como dije no soy una reportera.

—Podría haberme engañado.»

Suspiró cerrando sus ojos.

Kara le había dado curiosidad desde el primer instante. Pero con el paso del tiempo, la rubia se había vuelto indispensable para ella.

Kara logró que volviera a confiar en la gente, que volviera a amar. Jamás se permitiría arruinar las cosas con ella por culpa de sus estúpidos sentimientos. La kryptoniana no podía amarla, nadie podía amar a alguien tan roto como ella.

—¿Lena? —Alex preguntó, adentrándose en el lugar—. ¿Cómo estás?

La CEO miró a la mujer, fatigada.

—Bien —La agente asintió—. ¿Qué hora es?

—Las ocho y cinco. Recién llegué —Sonrió, acercándose a la otra—. ¿Te duele algo? ¿La cabeza? ¿El estómago tal vez? —Lena negó—. Te haré unos análisis. También te tomaré la presión y-

—Alex, estoy bien. Ya eliminé todo el alcohol que tenía, no hay más —La mencionada bufó.

—Solo es para chequear que esté todo bien. Tu organismo pudo haber sufrido alguna consecuencia. Déjame verte, Lena. Todos aquí queremos que estés bien, nos preocupaste —Sonrió de lado.

—No quise ser una carga para ustedes —Se culpó.

—En ningún momento dije eso, Lena. Jamás serás una carga para la gente que te quiere, ¿Vale? Aunque te cueste creer, no estás sola. Nunca lo estarás —La mujer asintió sin decir nada.

Se quedó callada y esperó a que Alex la revisara, incapaz de contradecirla.

La castaña trabajó en silencio, comprobando que la CEO estuviera bien. Una vez terminó de sacarle sangre, la miró.

—Cuando estén los análisis, te diré los resultados —La pelinegra asintió—. ¿Necesitas algo?

—Sí, marcharme de aquí —Amagó a levantarse pero la otra mujer la sostuvo de los hombros.

—¿Estás loca? ¿A dónde piensas irte? —Alex la reprendió.

—A L-Corp. Tengo una empresa que manejar, ¿Sabes? —Bufó—. Además, no sé qué coño ha pasado con mi avión. Necesito verificar que todo esté bien. El puto avión habrá aterrizado sin mí, debo comprobar que-

Pink Kryptonite - SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora