Pink Kryptonite - Supercorp

XVI. Abrázame

—Está bien, señorita guardaespaldas, vendrás conmigo —La rubia sonrió feliz.

—¿Ves cómo no es tan difícil? —Bromeó.

Kara estaba gratamente sorprendida, pues la CEO rara vez se dejaba cuidar, ella era de hacer las cosas por sí sola.

—¿En cuánto tienes la reunión?

—Es por la tarde... —La mujer miró la hora en su iPhone—. Faltan unas horas aún.

—¡Perfecto! Ahora podrías acostarte y descansar —La pelinegra rodó sus ojos.

—Estoy bien. Debo leer unos contratos de todas formas —Ahora fue el turno de Kara en rodar los ojos.

Lena pasó el resto de la mañana en la oficina de su departamento. Por su parte, la kryptoniana se mantuvo atenta a cualquier signo de cansancio por parte de la otra. Kara no se despegó de la mujer Luthor en ningún momento.

Su conexión siempre fue muy fuerte, cuando estaban juntas nada más importaba. Aún con sus sentimientos confusos, eran un imán para la otra.

Siendo el mediodía, la mujer Luthor se duchó. Necesitaba aquel momento bajo el agua para relajarse y renovar energías.

Luego se vistió para la reunión: Camisa blanca, chaqueta de vestir negra y pantalón de vestir negro. Comúnmente solía vestir faldas, pero aunque pareciera insignificante, la forma de vestir de uno significa bastante. Entonces, ¿Tenía que enfrentarse a unos empresarios machistas? Pues ella demostraría que tenía los pantalones bien puestos. Terminó su outfit con unos zapatos cerrados de tacón, también negros. Finalmente, se ató el cabello en una coleta alta.

Almorzaron alrededor de las 13hs. La rubia había pedido una comida sana para la CEO y una hamburguesa completa para ella. Comieron en silencio, sin desear romper aquel momento tan ameno.

A las 15:40hs, Lena llegó a la empresa escoltada por la kryptoniana.

—No es necesario, ¿Sabes? —Murmuró la dueña de L-Corp.

—Buenas tardes, señorita Luthor —Saludó la asistente de la mujer con formalidad.

—Buenas tardes —Respondió la CEO—. Estaré en mi oficina con la señorita Danvers, hoy me acompañará —La asistente asintió—. Llámame cuando la reunión esté para comenzar.

—Sí, señorita Luthor.

Asintió a su secretaria y avanzó hacia su oficina, siendo seguida por la superheroína vestida de civil. Al entrar, ambas se sentaron en el sofá.

—¿Te sientes bien? ¿Necesitas algo? —Lena sonrió ante la preocupación de la otra.

—Estoy bien, Kara. Cuando comience la reunión, te quedarás aquí. Seguramente dure más de una hora y media.

—¡Ni hablar! ¡Estaré contigo! —La CEO rodó los ojos.

—Kara, no puedes. No estás ligada a mi empresa.

—Seré tu guardaespaldas —La pelinegra rio—. Si quieres estoy como Supergirl.

—No, Kara. ¿No piensas que les resultará llamativo ver a Supergirl como mi guardaespaldas? —Arqueó sus cejas—. Puedes estar como Kara, ¿Está bien? —La rubia festejó—. Si preguntan, diré que eres una colega. Tampoco les interesa. Tú solo quédate en un costado y no mires a nadie mal —La mujer Danvers frunció el ceño.