Pink Kryptonite - Supercorp

XII. Caos

Kara agudizó su oído e intentó escuchar los latidos del corazón de la CEO. Pero nada, Lena ya no estaba en National City.

Una hora antes...

Lena llegó al aeropuerto de la ciudad. Caminaba errática e insegura mientras sostenía un bolso de mano. Al llegar al hangar de su avión privado se encontró con Patrick.

—Señorita Luthor, ¿Cómo est-

—Puedes retirarte, Patrick —La mujer fue tajante.

El hombre frunció el ceño pero obedeció.

La CEO se subió al avión y dejó su bolso en uno de los asientos, torpemente se dirigió a la cabina de mandos. Se quedó mirando un punto fijo hasta que pensó donde ir: Si bien a las afueras de la ciudad tenía una cabaña, a la cual solía acudir cuando necesitaba aislarse, esta vez decidió ir más allá. Decidió irse a Irlanda, donde tenía una pequeña casa; Muy diferente a su vida ostentosa en la ciudad, aquel lugar era humilde pero muy acogedor. Dicho lugar se encontraba en un pueblo del país, donde su madre y ella habían nacido. Todos los años visitaba Irlanda y se quedaba en su pequeño hogar.

Configuró el avión para realizar tal viaje y la aeronave comenzó a salir del hangar.

La mujer sabía que era conveniente sentarse y abrocharse el cinturón, al menos hasta que el avión se estabilizara en el aire. Pero pensó que sería mejor quedarse parada, observando cómo se alejaba del aeropuerto. Estaba segura de que nada le pasaría, después de todo, confiaba ciegamente en su tecnología.

Una vez se encontró en el aire, caminó hacia el mini bar del avión. Sonrió al ver aquel sector lleno de aperitivos y bebidas, Patrick se había encargado de ello.

Se sirvió un licor de café y cerró sus ojos, degustando el sabor.

Ignoró el dolor de cabeza que sentía, ignoró también el mareo que atravesó su cuerpo y continuó bebiendo.

—¡Se ha ido! —La rubia aterrizó en el DEO, escandalizada.

—¡Supergirl! —Alex se acercó a ella, preocupada—. ¿Qué sucede?

—¡Lena! ¡Lena no está! Recorrí todo National City y no está. No siento su latido, Alex —Susurró las últimas palabras, aterrorizada.

—Hey, tranquilízate. La encontraremos ¿Vale?

—¿Pasó algo? Dijiste que ella estaba cuando Mxyzptlk habló sobre... nosotras —La agente desvió la mirada—. ¿Alex?

—Ella... Él insistía en que ustedes se gustaban mutuamente pero se negaban a admitirlo —Suspiró—. Lena le dijo que era un delirante, que tú no podías amarla. Y se marchó.

—¿¡Cómo que se marchó!?

—¡No pensamos en seguirla! Entendimos su agobio, es totalmente lógico. Creímos que necesitaba tiempo para pensar. Además, él debía darnos respuestas —La mujer defendió su actitud—. Después de todo, Mxyzptlk era el único que podía sacarte del efecto de la kryptonita rosa. Y así lo hizo —Se acomodó los cabellos, preocupada—. La vamos a encontrar, tranquila.

—¡Brainy! —Kara ignoró a su hermana y se acercó al hombre—. ¿Puedes rastrear el teléfono de Lena? —Él asintió para después ponerse a tipear en su computador—. ¡Rápido!

—Supergirl, tranquilízate —Alex pidió nuevamente. Algunos agentes del DEO miraban a la superheroína, curiosos.

—No- no puedo rastrearlo —Brainy frunció el ceño.