X. La Verdad

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—¿¡Quién demonios eres!? —Exigió saber Alex, alterada por aquél personaje.

—Mi nombre es Mxyzptlk.

—¿Mxyz qué? —Nia preguntó, intentando decir el nombre correctamente.

— Mxyzptlk —Él repitió feliz—. Vine aquí porque estoy enamorado de Kara Zor-El y-

—Frena ahí, Duendecillo —Lena avanzó entre las mujeres, con el ceño fruncido—. ¿Enamorado de Kara? ¿Pero quién te crees que eres? —La mujer reprimió las ganas de tomarlo por el cuello. Él ladeó la cabeza, curioso.

—¿Sabes? Me resulta ofensivo que me digas «Duendecillo» —Se cruzó de brazos—. ¡Además! Deberías agradecerme, pues renuncié al amor de Kara Zor-El por tu culpa —La CEO lo miró atónita.

—Sería grandioso que te explicaras —Alex habló. El hombre rodó los ojos, sentándose en el sofá de la kryptoniana.

—Me enamoré profundamente de Kara Zor-El —Suspiró, dramático—. Quise proponerle casamiento hace unos dos meses —Las mujeres se miraron incrédulas—. Pero me di cuenta que ella ya tenía un amor. Y no se puede ir contra el amor ¿Saben? —Las miró, deteniéndose en los ojos verdes de Lena—. El amor es un tipo de magia. Aunque suene cursi, es así. Y por amor uno deja todo —Se llevó la mano al pecho, conmovido—. Entonces ¿Qué hice? —Resopló con pena—. Dejé ir a Kara Zor-El, permitiéndole ser feliz con su amor. ¡Eso es lo que hice! —Se levantó del sofá—. La ayudé a que sea feliz. ¡Estoy aquí por eso! ¡Para darle a Kara Zor-El su final feliz! —Él, de pronto, se mostró alegre y entusiasta.

—¡Kara jamás habló de ti! —La CEO alzó sus brazos, molesta—. ¿¡Cómo vas a estar enamorado de ella!? ¡Eres un impostor! —Se acercó al hombre y lo tomó de las solapas de su chaqueta.

Mxy chasqueó sus dedos y se esfumó del agarre de Lena, apareciendo detrás de ella.

—¿Cómo me enamoré de ella? No lo sé, dímelo tú —Sonrió.

—Mira, Duendecillo asqueroso... —La mujer volvía a acercarse a él, amenazante.

—Espera, Lena —Alex detuvo a la mencionada—. Dijiste que ayudaste a Kara —Él asintió, feliz—. Entonces tú tienes que ver con lo que sucede con ella, con la kryptonita rosa.

—Así es —Dijo y se dirigió a la nevera, tomando una caja de zumo de naranja.

—¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué esa kryptonita? —La mujer Danvers preguntó.

El hombre se tomó su tiempo para servirse un vaso de zumo.

—Pues, como dije, dos meses atrás iba a proponerle casamiento. De hecho, estuve a punto de hacerlo... pero me di cuenta que su corazón ya estaba ocupado —Se lamentó.

—No estamos en un cuento de Disney, ¿Puedes ser directo? —Luthor espetó, molesta. Él rodó los ojos.

—El día en que le iba a proponer casamiento a Kara Zor-El, la observé. Tú y ella vieron la película «Jurassic World» y ella se quedó a dormir en tu departamento —Le dijo a Lena, ésta abrió los ojos con sorpresa.

—¿Estás diciendo que nos espiaste? —La pelinegra volvió a acercarse a él, peligrosamente.

—Vi la magia resplandecer en ustedes —Suspiró—. Quería estar seguro, entonces, estuve observando a Kara Zor-El durante varios días.

—¡Eres un maldito acosador! —Kelly dijo, perturbada.

—Solo quería saber cómo hacer feliz a Kara Zor-El —Mxy se defendió de las acusaciones—. Entonces, me di cuenta que ella podía ser feliz. Pero no conmigo —Hizo un mohín pero después sonrió—. Observé y sentí como ustedes dos tenían miedo —Clavó sus ojos en Lena—. Por ello decidí ayudarlas —Exclamó feliz—. La kryptonita rosa fue un pequeño empujón para que Kara Zor-El admitiera sus sentimientos por Lena Luthor.

Pink Kryptonite - SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora