Pink Kryptonite - Supercorp

II. Incendio

El reloj indicó las 17hs. Los donuts y cafés habían desaparecido. Tras comer, las mujeres se encontraban conversando amenamente en el sofá de la oficina. Si bien la CEO sabía que tenía trabajo por hacer, ella deseaba pasar más tiempo junto a Kara. Después de todo, ¿Qué mejor que pasar el día junto a su mejor amiga? Mejor amiga de la cual estaba enamorándose, pero bueno... pequeño detalle.

—Estás bromeando —Lena dijo entre risas, sin creer lo que la rubia le contaba.

—¡Te juro! Me comí once pizzas enteras yo solita —La kryptoniana expresó orgullosa.

La pelinegra negó con diversión.

—Estómago de acero —Bromeó.

Ambas rieron, felices. Siempre buscaban compartir momentos juntas, pues disfrutaban mucho la presencia de la otra.

Kara iba a contestar, pero se vio interrumpida por el sonido de su celular.

—Es del DEO —Le comunicó a su amiga—. ¿Alex? —Preguntó una vez atendió la llamada.

—Necesitamos a Supergirl. Se produjo un incendio y los bomberos no pueden detenerlo. El humo se está propagando rápidamente y es probable que haya tóxicos —Kara asentía a la vez que su hermana hablaba—. Es una fábrica de químicos, así que ten cuidado.

—Entendido, Alex. Dime la dirección por el intercomunicador —La rubia dijo para luego cortar la llamada.

La superheroína dejó su celular a un lado y sacó el intercomunicador del bolsillo del jean, momentos después se lo puso en la oreja izquierda. Usó su super velocidad y se sacó la ropa de civil, quedando con su traje.

Lena la miraba anonada. Había visto a Kara transformarse en Supergirl miles de veces, pero creía que jamás se acostumbraría.

—Debo irme —Habló con culpa. La CEO negó con una sonrisa.

—Ve a salvar el día, Supergirl.

La kryptoniana voló por la ciudad a máxima velocidad. Momentos después aterrizó frente a la fábrica, viendo el fuego que desprendía el edificio.

—¡Supergirl! Los químicos de la fábrica no paran de estallar. ¡No podemos contra ello! —El jefe de bomberos habló, tenso.

—¿Hay civiles? —Él negó.

—Los empleados siguieron el protocolo de emergencia con éxito. Nuestra preocupación es la propagación del fuego —Supergirl asintió y se elevó en los aires.

En el momento que se aproximaba al edificio, el mismo estalló nuevamente. La mujer se cubrió con su capa y se adentró en el último piso del lugar.

Frunció el ceño al oler el ambiente que la rodeaba. Aquella combinación química no era nada amena.

Sopló con fuerza en dirección al fuego, apagando una de las zonas.

La rubia se desplazó por el lugar, saliendo y entrando del edificio, para poder apagar el fuego en su totalidad. Su super velocidad la ayudó a cumplir con la labor.

Llegando a los primeros pisos del rascacielos, sintió marearse. Tosió con fuerza al verse envuelta por un humo rosa.

—¿Qué demonios? —Murmuró, intentando disipar el humo con las manos.

Los bomberos, que ayudaban desde tierra firme, entraron al lugar. Los hombres se encargaron de aquellos primeros pisos, eliminando el humo rosa de por medio. La kryptoniana sacudió su cabeza, recuperándose.

—¡Buen trabajo, Supergirl! —El jefe de bomberos exclamó, feliz. La mujer le sonrió cordial. 

La superheroína salió de la fábrica, con el humo ya disipado, y fue recibida por los aplausos de los ciudadanos. Asintió sonriente, en forma de agradecimiento.