Pink Kryptonite - Supercorp

IX. Sedante

—Lena —Kara se levantó de la camilla, desconectando los electrodos. Aún sin visión, encontró a la mujer Luthor con la mirada.

—Debes estar bromeando —Murmuró la naltoriana, llevándose las manos a la cabeza.

—Vale, esto es nuevo —Dijo Alex, atónita por lo que veía.

—Lena —La kryptoniana repitió, sacándose la prenda de sus ojos. Su mirada se clavó en la CEO—. Hey —Sonrió.

—Hey —La pelinegra respondió con timidez, sin saber qué hacer o decir.

—Lena, creo que será mejor que te vayas —La pelirroja espetó—. Deja que el estudio lo termine yo. Cualquier cosa que vea, te aviso —La mujer Luthor asintió, sin emitir palabra.

Una vez la empresaria abandonó el laboratorio, Kara pareció volver en sí. Su hermana, sin decirle nada, le vendó los ojos nuevamente.

—Alex...

—Tranquila, ¿Está bien? Sigamos con el estudio.

La pelinegra caminó por los pasillos del DEO, sintiéndose abrumada por la situación recién vivida.

—¿Lena? —Brainy se acercó a ella, curioso—. ¿Estás bien? —Notó su perturbación.

—Yo- sí —Intentó sonreír.

—¿No estabas en el laboratorio? —La CEO asintió a la vez que se adentraba en la cocina del lugar—. ¿Y qué sucedió?

—No puedo estar cerca de Kara. Ella- ella reacciona ante mí presencia —Intentó sonar despreocupada—. Ya sabes, por la kryptonita rosa —Él asintió mientras ella hacía café—. ¿Quieres?

—Sí, por favor —Brainy se sentó en uno de los taburetes, frente a la isla que se encontraba en medio de la habitación—. ¿Quieres hablar de ello? —La mujer frunció el ceño, sin entender—. De Kara.

—No hay mucho de qué hablar —Se encogió de hombros mientras buscaba dos tazas—. Sabemos lo que tiene, pero no cómo disipar el efecto. Es extraño —El hombre negó mientras recibía la caliente bebida.

—No, no. Me refiero a tus sentimientos por Kara —Él dijo, cauteloso.

La CEO dejó caer la taza contra el mármol de la mesada. Por suerte, no se quebró. Volvió a tomar la taza y se comenzó a servir.

—¿De qué hablas? ¿Qué sentimientos? Ella es mi mejor amiga —Respondió segura, demasiado segura para ser real.

—Está bien. Si no quieres hablar de ello, no lo hagas —Bebió de su café—. Pero es bueno hablar con alguien, desahogarse. Reprimir los sentimientos para uno nunca es bueno, a fin de cuentas, terminas explotando —Dijo con sabiduría.

—Cajas imaginarias, ¿Recuerdas? —Ella sonrió, melancólica.

Un tiempo atrás, Lena le había recomendado a Brainy meter sus sentimientos en pequeñas cajas imaginarias, para así olvidarse de aquellos sentimientos y "guardarlos"; Era la manera que tenía la mujer de despejar su mente y seguir adelante.

—Justamente —Él sonrió—. A veces es necesario, no digo que sea una mala técnica. Pero, cuando hablábamos de cajas pequeñas, nos referíamos a sentimientos negativos. El amor no es un sentimiento negativo —La taza, que la pelinegra sostenía entre sus manos, tembló.

—Brainy, no-

—Tranquila. Como te he dicho, si no quieres hablar del tema, no hables.