𝐖𝐈𝐂𝐊𝐄𝐃
❝En un punto, todos tenemos que elegir: cómo el mundo quiere que seas o cómo eres tú.❞
𝐌arkus Belova había sobrevivido a los cientos de círculos del infierno, ahora debía enfrentarse al verdadero limbo.
...
CICATRICES DE BATALLA, capitulo seis: el bando elegido!
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Bucharest, Rumanía — un día después.
MARKUS BELOVA SABÍA PERFECTAMENTE QUE SE ESTABA METIENDO EN PROBLEMAS, más cuando decidió separarse de Natasha al darse cuenta de que Steve y Dominica los estaban vigilando desde un café que estaba al final de la esquina. Todo ocurrió de manera muy rápida en el momento que él se giró para poder buscar a Eva Black con la mirada, descubriendo que ella había desaparecido completamente, sin dar explicaciones o indicios de a dónde se iba. Luego, el grito del príncipe T'Challa de Wakanda fue suficiente para que Markus cubriese el cuerpo de su mujer con el suyo, creando un escudo para la zona cuando la bomba detonó contra el edificio. Los gritos, el caos, el silbido provocado por el fuerte estruendo fueron suficiente para mantener un fuerte agarre en la pelirroja, quien se encontraba tan confundida como él. Natasha Romanoff tosió con pesadez, intentando de tomar una bocanada de aire entre todo el humo y el polvillo producido por el concreto destruido a forma de escombros. Ella intentó moverse, pero Markus mantenía un fuerte agarre en ella, procurando de cubrir su cuerpo con totalidad. Romanoff podía percibir el movimiento de la gente, producido por el pánico.
Conducido por el miedo.
Eso era lo peor.
¿Qué diablos había pasado?
—¿Estás bien?—le preguntó Markus con preocupación, tan cerca de ella—. ¿Te duele algo?
—Estoy bien—replicó la pelirroja intentando de moverse—. No me duele nada, estoy bien.
Markus la dejó ir y la ayudó a ponerse de pie, sus trajes completamente percudidos por el humo y los escombros. La gente lloraba, algunos estaban entrando en pánico y otros simplemente se retorcían de pura agonía. Markus no podía creerlo, no podía creer que alguien más podría provocar este caos solo por estar en desacuerdo con todo lo que se empezaría a construir allí. A pesar de que el castaño esta firmemente en contra, él era consciente de que esta no era la manera de resolver o responder a un problema. Lo que vieron allí era un acto absolutamente nefasto, cruel y hasta incluso inhumano. Ambos se preguntaron si debían haber previsto que algo así podía pasar, pero nadie sabe lo que depara en el futuro.
—¿Qué diablos está pasando aquí?—preguntó Natasha en un murmuro.
El mayor de los Belova miró perplejo la escena—No lo sé.
Todo era un caos.
A un lado del estrado, ambos pudieron ver al príncipe de Wakanda sosteniendo el cuerpo inmóvil de su padre: el rey T'Chaka, como si estuviesen montados en un pedestal donde una luz los iluminaba de manera tan trágica que ni siquiera ellos podían quitar la vista. El dolor y el sentimiento ínfimo de pérdida se reflejaba en las facciones del príncipe, completamente desolado como un niño pequeño abandonado con manchas de sangre en sus manos; las cuales goteaban contra el cuerpo sin vida del último hombre que había pertenecido al legado de su familia junto a él. Los paramédicos llegaron al lugar de manera inmediata, tomando en sus manos al cadáver del rey T'Chaka, mientras que otros enfermeros se encargaban de escoltar al príncipe fuera del lugar. A pesar de los intentos, el rey de Wakanda había pasado al otro lado, a donde sea que su religión lo llevase y Markus deseó con todo corazón de que encontrase paz en aquellas tierras.
