Sé que la culpa no fue mía, o si... No lo sé bien. Pero ya ha pasado más de medio año y te tenía superado, hasta que me acordé de ti, así, de repente y sin ningún motivo. Y la verdad es que si pudiera verte ahora mismo... Si tú también te alegraras por verme... Te abrazaría. Lo necesito. En cambio sé que no puedo, y solo me queda ser fuerte. Pero quién sabe, tal vez algún día podamos hacerlo, quizás el orgullo salga de ti, o lo eches por tu cuenta. Hasta entonces, cuidate.