⁰³

549 82 14
                                    

Lágrimas a escondidas.

Vaya bestia que resultaste ser... Dime, ¿queda algo humano en ti?
Aveces me cuesta creerlo.
El show que diste ayer en la cafetería me demostró que, si es que quieres ser héroe, realmente estás lejos de conseguirlo.
Pobre chica... He oído que la acosas y que la apartas de los demás, ¿es cierto?

¿Qué como lo se? Existen los rumores, ya sabes, esas palabras que tienen algo de verdad y algo de mentira, esas palabras que va de boca en boca, destruyendo tu reputación y que va alejando a todos de ti.

Pero en tu caso, estimado compañero, no serán los rumores lo que te destruya, serás tú mismo.

¡Todo tu ser exhala toxicidad! ¡Típico de un idiota!

En serio creí que después de aquel suceso del festival deportivo cambiarías, de verdad, tenía la esperanza... Pero no.

Sabes perfectamente a lo que me refiero. Si, yo estaba ahí cuando empezaste a llorar después de que tratarán como un animal con bozal, con las manos atrapadas, y amarrado solo para darte una simple medalla. En ese momento, mi corazón se quebró. Me dije: -¿Cómo pueden tratar a un alumno así? ¿No se supone que le deben respetar y más si se trata del campeón? Esto solo rebaja su dignidad.-

Estoy segurx de que si te hubieras comportado a la hora de la premiación, pero conociéndote, te indigno que te hayan tratado así, y explotaste a la hora de la premiación. Por eso parecías un perro rabioso, después de todo, a nadie le gusta que le traten así.

Si Bakugō Katsuki, te vi llorar, y te acompañe con unas cuantas lágrimas en la oscuridad de los pasillos. Pero estaba más que segurx que si me acercaba para ayudar a consolarte a decirte que lo hiciste bien, que diste tu mejor esfuerzo, quizá me hubieras respondido con insultos, así que... Me dio miedo, y solo me quedé ahí, escondidx y hasta cierto grado impotente.

Pero que crees, ayer me reafirmaste que no habías cambiado en nada. Que sigues siendo un idiota sin control de sus emociones que da la apariencia de querer hacer sufrir a los demás...

Porque si, las personas idiotas y estúpidas no tienen autocontrol. Y tú estimado ser, es lo que menos tienes.

Atte: Testigo de tus lágrimas...

Arrugó la hoja que tenía en sus manos, sentía su cara arder de enojo y de vergüenza. ¿Alguien lo había visto llorar? Maldición... Eso arruinará su reputación si lo hace público.

Quería lanzar aquella nota a la basura, quería quemarla en sus manos pero no pudo. La desarrugo y releyo: "Si, yo estaba ahí después de que te tratarán como a un animal con bozal [...] Te acompañe con unas cuantas lágrimas desde la oscuridad de los pasillos [...] Me dio miedo, y solo me quedé ahí, hasta cierto grado, impotente."

¿Por qué captaba en las notas repugnancia, odio, pero a la vez, compasión? ¿Se podía plasmar sentimientos contrarios en un simple trozo de papel?

El no quería compasión de nadie, pero está vez, había algo diferente... ¿En serio esa persona había llorado a causa de él? Entonces era una persona empática, que puede dejar el odio a un lado si se requiere. Vaya, pues era un hater considerado, jajaja, que irónico.

Dio un vistazo al sobre en el qué vino la corta nota está vez. Era la estampa dibujada de una explosión al estilo caricatura. Sonrió de lado, guardo la nota dentro del sobre, y puso esté en su mochila, antes de que alguien llegara y viera que seguía recibiendo aquellas extrañas notas.

—Asi que soy un idiota por no tener control ¿eh? Ja... Creo que después de todo...— no creía lo que estaba pensando en esos momentos

"¡¿Comprendes o no animal?!"

Si realmente así lo veía ella... ¿Se estaba convirtiendo en uno?

—Me merecía ese bozal jaja...— comentó con una ligera punzada en su pecho, recostando se sobre su pupitre lentamente sin darse cuenta de que, en el marco de la puerta alguien lo observaba con sentimientos encontrados

Recordó ese día como si fuera ayer, nunca pensó ver llorar a Bakugō Katsuki, y más en un evento así. Pero ella había encontrado los motivos del porque lo hizo.

Prendió la pantalla de su celular, abrió su galería, y observo la foto que tomo justo antes de darse cuenta que, en realidad, aquél duro y salvaje rubio estaba llorando en silencio.

Prendió la pantalla de su celular, abrió su galería, y observo la foto que tomo justo antes de darse cuenta que, en realidad, aquél duro y salvaje rubio estaba llorando en silencio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Creo que sería idiota de mi parte guardar tal imagen...— se dijo a si misma decepcionada por conservar tal imagen sin el consentimiento del joven

“¿Desea eliminar la imagen permanentemente?"

Confirmar.

Confirmar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Notas a un querido idiota [Bakugō Katsuki] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora