La casa

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Antonia se despidió de Harry en frente de la casona.

- Hijo... cuídate por favor... se prudente - lo beso en la mejilla y le dio un fuerte abrazo, susurrando al oído.

- Recuerda... no hagas nada que yo no haría-

Tratando de lanzar una broma al final para eludir un poco lo triste que le significaba dejar a su hijo menor en esa ciudad y tener que conformarse solo con video llamadas.

- Éxito mi amor, cariño mío... te amo, saluda a Lou de mi parte y dale mis cariños –

Dio la vuelta y se alejó con una gran pena; pero feliz por su pequeño hijo, ella sabía que estaba hecho para ser un artista y no sería ella la causa para que él lo dudará ni por un segundo.

- Vuela hijo, vuela tan alto como puedas- pensó mientras caminaba hasta el taxi que la esperaba, debía abordar dentro de un par de horas el avión de regreso a casa.

Lou ya había llegado a la casa y esperaba a Harry en el recibidor, una vez que esté entró lo salió a encontrar.

- Hola... cómo estuvo esa despedida- dijo al ver la emoción que aún albergaba el adolescente.

- Hola... bien, nunca me había separado de Mamá, ella siempre me ha acompañado en toda y cada una de mis entrevistas y trabajos...- La emoción lo embargaba, tenía sentimientos encontrados dejar a su familia, ciudad, amigos para realizar su sueño y estar con Lou.

Después de unos segundos recordó

- A propósito te dejo muchos cariños.

- Que linda... anímate, yo estaré a tu lado siempre, amor – mientras lo consolaba y acariciando dulcemente su mejilla con la palma de su mano para terminar en su cabello. Harry cierra sus ojos llorosos para sentir su caricia.

- Tienes razón nos tenemos el uno al otro- arrojando un suspiro al finalizar.

Mientras estaban en eso una chica de la producción levanta la voz dentro de todo el bullicio que había, los comienza a nombrar uno a uno al finalizar le dice.

- Chicos por favor síganme- con un gesto para guiarlos.

Los integrantes del elenco fueron conducidos por las asistentes de producción a sus habitaciones, estas eran compartidas , los cinco chicos en una y otra las cinco chicas, las asistentes aprovecharon en ese momento para colocar sus nombres escritos en sus poleras, con el fin de que todos aprendieran los nombres de cada uno y poder identificarlos.

- Hola chicos, mi nombre es Ale y seré su contacto con el exterior, cualquier problema me lo deben hacer saber a mí, yo canalizaré sus necesidades con quien corresponda, si se sienten enfermos, tristes o disgustados quiero ser la primera en saberlo, somos un equipo desde ahora en adelante- ¿Entendido? pregunto Ale

- Siii- contestaron en una sola voz

- okeyyy... hagámoslo entonces...¡¡¡ a triunfar !!!! - dijo levantando su brazo con poder.

Ale era un la muchacha de unos 28 años había estudiado cine y producción en la universidad, aspiraba ser productora el día de mañana, ya se vio bien encaminada pues había encontrado este empleo y llevaba unos cuatro años trabajando para Rey, ella era una chica rubia de ojos verdes, medía un metro setenta, su cabello era medio ondulado, tenía muy buen carácter, buen sentido del humor, sabía reírse de sí misma, esas fueron una de las razones por las que la escogieron para este trabajo, sabría ser cercana y afectuosa y los chicos se sentirían a gusto con ella, apostaron a que lograrían tener una relación duradera y de confianza con ella.

Me prohibieron amarlo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora