EVA
Me desperté en el hospital, a mi lado estaba él, cogiéndome de la mano como si no hubiese pasado nada. Cuando vio que abría los ojos se fue y volvió junto al médico.
Eva: qué ha pasado? - pregunté aunque me lo veía venir.
Médico: Eva, debido al estrés, has perdido a uno de los bebés. El niño intentó nacer, pero es imposible que aguantase por su corta edad.
Eva: y la niña? - pregunté ya con lágrimas en los ojos. Hugo se encontraba a mi lado, intentó cogerme la mano, pero se la aparté.
Médico: al ser mellizos estaban en sacos diferentes, con lo cual ella sigue perfectamente. Esta misma tarde te darán el alta, intenta no tener estrés y estar relajada, pues podría repetirse.- le sonó el móvil - más tarde volveré con el alta - dijo antes de irse y dejarnos solos.
Eva: qué coño haces aquí? - le dije enfadada a Hugo.
Hugo: Eva, me siento super culpable por todo lo que ha pasado.
Eva: pues bien que haces, porque todo esto es por tu culpa.
Hugo: lo sé, perdóname por favor. Si hubiese sabido que esto iba...
Eva: cómo has podido usar lo de Valeria y mi trabajo en el juicio? - le interrumpí decepcionada.
Hugo: tú también has intentado dejarme de mentiroso - me reprochó.
Eva: no me lo compares. Además, no te he dejado de nada, ere un mentiroso y punto.
Hugo: lo siento, vale? Sé que no hago más que cagarla, quería formar parte de vuestras vidas y no se me ocurría otra forma. Ya he retirado la denuncia, no quiero hacerte daño.
Eva: pues para no querer, es lo único que has hecho desde que volví - le reproché - vete.
Hugo: Eva, estamos hablando.
Eva: ya has escuchado al médico, nada de estrés y eso es lo único que me produces últimamente - solté tajante y se fue.
*****
Estaba llegando a casa, por fin. Al final tuvieron que hacerme más pruebas y no me dieron el alta hasta el día siguiente. Cuando abrí la puerta me encontré a Sam en el sofá, que se levantó y vino hacia mí rápidamente cuando me vio.
Sam: lo siento muchísimo, Hugo me lo ha contado todo - dijo abrazándome. Fue sentir sus brazos rodeándome y empezar a llorar como un bebé. Me tiré unas dos horas llorando, tanto que ya no sabía ni por qué lo hacía.
Sam: venga Eva, cuéntame qué te pasa, llevas dos horas llorando. No me digas que es sólo por el bebé porque te conozco.
Eva: es que sólo me pasan cosas malas, no aguanto más.
Sam: a ver. Tienes 10 minutos para desahogarte, después buscaremos soluciones a todos los problemas, vale? - asentí.
Eva: lo estoy haciendo mal con Hugo?
Sam: por qué dices eso?
Eva: se sentía muy culpable por lo del niño y, aunque tiene gran parte de la culpa, me da mucha pena porque está mal y no hago más que machacarle.
Sam: Eva, eso no es así. Le tienes rencor, pero es normal. Los dos os habéis equivocado, pero no os habéis dado cuenta hasta que ha pasado algo gordo.
Eva: está muy arrepentido, verdad?
Sam: cómo voy a saber eso? - intentó desentenderse.
Eva: Sam, no soy tonta, sé que cuando no está con los niños se queda en tu casa.
Sam: está arrepentidísimo. Todos los días te nombra y planea cómo hacer que le perdones. Yo creo que deberíais hablar, por el bien de todos, pero sobre todo por el tuyo. Aunque no lo digas se nota que no estás bien.
Eva: como hablemos le voy a decir de todo.
Sam: eso está bien Eva. Hablad y soltaros toda la mierda acumulada, que luego os perdonéis o no es vuestra decisión.