Nuevo Mundo: Mi Querida Amiga (Primera Versión)

Malditos Ladrones.

Los dos hombres con armadura de cuero negro se acercan a la granja de Alice. Caminan y bajan por la colina.
Mientras bajaban podían ver la casa principal, el establo donde guardan a los caballos, además el campo con el pasto verde claro y a un lado una plantación de hierba verde, hierva que se utiliza para crear las pociones.
El lugar está muy tranquilo y parecía relajarlos. Como si nada fuera a arruinar sus planes.

Primer ladrón - ¿Estás listo, Ritho?

Ritho - Claro que sí, Dhann.

Dhann - Escucha, esto tiene que ser rápido. Entramos, atacamos y nos vamos. No haremos nada más porque casi no tenemos tiempo.

Ritho - Ya entiendo. ¿Crees que soy idiota?

Dhann - ¿Porque crees que te lo estoy diciendo?

El primer ladrón, Dhann, parecía ser el más listo mientras que el otro se veía más relajado y despreocupado, pero no por eso menos hábil.
De hecho, su magia es la más útil de entre los dos. Es una combinación de cabeza y fuerza.

Los dos se acercaban a la puerta muy confiados.

Ritho (cantando) - Llegó el lechero, llegó bailando. Llegó el lechero, llegó cantando.

Toca la puerta varias veces fuertemente.

Ritho - ¡¡La lecheeee!!

Dhann - Oye, es una granja, creo que ellos toman de la leche que producen.

Ritho - A si cierto.

Varios segundos después podían escuchar el sonido de unos pasos.
Al instante una chica pelirroja de grandes pechos abre la puerta.

Alice Baker - Esto es una granja, no necesitamos leche.

Abrían escuchado eso de no ser porque ambos se le quedaron viendo el pecho.

Dhann - Oh, vaya... se ve que tienes un gran corazón.

Ritho - Si, ya ví que no necesitas comprar más leche. Tienes de sobra.

Alice cierra la puerta de golpe. Ritho toca la puerta y ella la vuelve a abrir.

Alice - Lo siento, pero no quiero comprar nada.

Y vuelve a cerrar la puerta bruscamente. Ritho toca la puerta de nuevo y la vuelve a abrir.

Ritho - Venimos por dinero.

Alice - Aquí no damos caridad.

Ella vuelve a cerrar la puerta.

Dhann - A ver, déjame intentar. "Toc, toc" Disculpe señorita. ¿Podemos pasar?

Alice - ¡No!

Dhann abre la puerta por unos centímetros, pero Alice reacciona rápidamente y la cierra con fuerza para poner el seguro después.

Alice - ¿Q-que quieren? ¡Aquí no tenemos nada para ustedes!

Entendiendo rápidamente de lo que se trata. Así que corre lejos para prepararse ante el ataque. Ella corre lejos de la puerta asegurada.

Dhann intenta abrir la puerta a patadas. Con cada patada se escuchaba el crujir de la madera que desesperaba a Alice. Corre hacia adentro llamando por ayuda.

Alice - ¡¡Papá!! ¡¡Ven rápido!!

Ella corre hacia la sala y, específicamente, a un lado de la chimenea dónde habían una espada colgada como adorno pero que aún servía como arma normal; la desenvaina y la agarra con sus dos manos. Aunque trataba de parecer calmada realmente estaba nerviosa. Dos ladrones, probablemente experimentados, contra una chica que lleva poco tiempo usando una espada no es un duelo justo.