Nuevo Mundo: Mi Querida Amiga (Primera Versión)

Un Día Tranquilo.

Por la mañana. Elizabeth dormía cómodamente envuelta entre todas las sábanas.

Poco a poco ella se va despertando con suavidad. Se talla los ojos y ve hacia una ventana con ojos entrecerrados; ya no llovía y hacia sol. Luego voltea a ver el reloj.

Elizabeth - Son las... Las 9:34 a.m. —Da un bostezo—. Debo de levantarme ahora.

Se acerca a la orilla de la cama y levanta sus botas y se las pone junto con su abrigo.
Ella misma se pone a acomodar las sábanas como estaban. Tratando de ponerlas recordando como estaban antes de que las revolviera.

Cuando termina sale del cuarto y recorre el pasillo para bajar y llegar a la sala.

Por ese lugar cruzaba Ana casualmente.

Elizabeth - Hola, Ana.

Ana - ¿Mm?... oh, hola. ¿Dormiste bien?

Elizabeth - Fue la mejor noche que he pasado.

Ana - Me alegro. Tomamos el desayuno hace rato, pero puedo hacerte algo rápido.

Elizabeth - Está bien. Pero, ¿porque no me despertaron?

Ana - Es que te veías muy cómoda. Se notaba a simple vista que dormías muy bien.

Elizabeth - Bueno. Es cierto. - Dice ella apenada. - ¿Dónde está Adam?

Ana - Está tomando un baño. Tal vez tarde un poco. Pero ven, vamos al comedor.

Ahora en el comedor, Elizabeth podía disfrutar de su desayuno. Un omelette con jugo de naranja. Acompañada de Ana quien solo bebía una taza de té.

Y cuando terminan Ana levanta los platos pero antes de desaparecer Elizabeth la detiene.

Elizabeth - ¿Dónde está la señora Elena y el señor William?

Ana - Ellos están en el cuarto de entrenamiento. Dame un segundo y te mostrare dónde es.

Elizabeth - Claro.

Ana pasa a la cocina y deja todo en el fregadero. Luego regresa con ella y la lleva a dónde están. Abriendo la puerta del cuarto inmediatamente se escuchaban golpes.

Y como ella dijo, ahí estaban William y Elena entrenando. Ambos llevan shorts y una camisa blanca delgada sin mangas, con sus puños envueltos en vendas. El cuarto está decorado con espadas y escudos colgando en la pared. Además de varias banderas con el emblema de la estrella de ocho puntas como muestra de devoción al dios Gael.

William se cubría la cara con sus manos y Elena atacaba sin cesar una y otra vez con fuerza. El objetivo está vez era resistir lo más que pueda.
Por lo que William no puede atacar y solo resiste.

Elizabeth veía a Elena asombrada. Se veía que los golpes de ella le causaban problemas a William, quien muy probablemente tenga ya los brazos entumecidos.

Elizabeth (pensando) - ¿De verdad es así de fuerte?

Por lo que podía ver, el cuerpo de Elena se ve en buenas condiciones. Delgada y con buena figura.
Mientras que William tiene un cuerpo más fornido, nada exagerado como otros aventureros que llevan montañas de músculos, pero se veía en buena forma también. Las vendas no le cubrían todo el brazo, por lo que era visible el metal de la prótesis, además de los dedos.

Elizabeth (pensando) - El señor William se ve más fuerte, pero por como suenan los golpes de la señora Elena, y como se está esforzando para seguir en guardia... La señora Elena es muy fuerte. Y ese brazo de metal que el tiene. ¿No debería de darle más resistencia?