Pequeños En Crecimiento.

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George preparaba los objetos la primera lección de campo de Adam.
Elena le había pedido a el que se encargará del entrenamiento en los días que no estén.
Se encontraba en la armería de la familia Bennett, preparando todo el equipo que debería usar para el día de hoy.

Después de que Adam estuviera estudiando por casi una semana la teoría, era hora de ponerla en práctica.
Es el día viernes, hora 7:25 a.m, el día en que por fin comenzará su entrenamiento.

El material se trataba de simplemente espadas de madera. También habían escudos de madera, todo estaba arreglado para ajustarse al tamaño de un niño de nueve años.
No solo eso, si no que también le compraron el equipo protector de cuero para que lo usará y no se lastime tanto. Se trata de un peto, unas hombreras pequeñas, guantes sin dedos, espinilleras y protecciones para los antebrazos, todo de cuero.

George toma el armamento y se dirige al jardín trasero, que es bastante amplio y limpio.

Naturalmente, contaba con arbustos decorativos, la mayoría de estos contaban con flores blancas y uno que otro llevaba flores amarillas. También habían árboles bien cuidados y de una vista espectacular gracias a los cuidados de Ana y Elena. En el centro del jardín había una mesa blanca y redonda con cuatro sillas bien decoradas del mismo color blanco.

Sin embargo, lo más llamativo del jardín es un gran árbol de un color maravilloso. Más atrás de la mesa del té, siguiendo la misma linea del centro, pero a unos diez metros de distancia, se encontraba un gran árbol de flores rosas.

Ese árbol ofrecía una vista hermosa a la hora de tomar el té en la mesa. Con los pétalos rosados siendo llevados por el viento, llevando consigo un olor fresco se podía sentir una sensación de belleza inigualable.

Cómo no pueden arruinar nada del jardín, irán más a un lado, casi cerca de donde está el establo para caballos, sin embargo, el gran árbol se podía seguir viendo desde esa posición y segura ofreciendo una vista maravillosa.

Adam se encontraba en esa parte libre, esperando ansioso para cuando George llegué con las armas para iniciar las clases. Ana lo acompañaba en ese lugar, ella se veía algo nerviosa, le preocupaba que George no mida su fuerza y se termine pasando más de lo permitido. Se había traído consigo varias pociones de curación solo en caso de que sea necesario. Aunque desde el fondo de sus alma deseaba no tener que usarlo.

Ana - Adam, ¿seguro que quieres hacerlo?

Adam - Claro, ya me he decidido. Esto es justo como en mi libro favorito.

Ana - Pero... No creo que sea así al cien porciento. No has experimentado el dolor de verdad.

Adam - No creo que me vaya tan mal. Los aventureros se suelen acostumbrar al dolor. Lo he visto en los libros y en las anécdotas que me cuentan mis padres. Voy a estar bien después de uno o dos golpes.

Ana - Que fácil es hablar...

Ana, se mostraba preocupaba, mientras que Adam solo mostraba emoción por empezar cuanto antes

Al poco rato llegó George con una mochila negra, grande y con forma horizontal.

Adam - ¡Ya es hora! ¡Ya es hora!

Adam corre hacia el entusiasmado.

George - Es bueno que tengas esa energía. Espero que no te haga falta dentro de poco.

George, con un tono burlesco, habla y da una ligera risa. Sabiendo que es lo que le pondrá como prueba al ingenuo de Adam, el no puede evitar reír un poco. Pero eso no le importa a Adam y continua con su gran entusiasmo.

Nuevo Mundo: Mi Querida Amiga (Primera Versión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora