It Made Me Think Of You // Supercorp AU

Capítulo Veinticinco

Lena

El lunes por la mañana estoy viendo a Kara vestirse para el trabajo y es un espectáculo para la vista. Cuando se inclina para ponerse sus pantalones caqui, su trasero en el aire lanza varios pensamientos perversos. Mientras tira de su botón, estoy salivando por sus músculos mientras se contraen y flexionan. Es casi tan bueno como ver a Kara desnudarse.

—Adelante —alienta Kara.

—¿Qué?

—Acaríciate —Sus ojos parpadean inocentemente.

Con una sonrisa, deslizo mi mano debajo de la sábana y me acaricio lentamente.

—Oh, eso no está bien —me regaña Kara y tira de la sábana para poder mirarme—. Eso está mejor —suspira—. Esta imagen aquí me mantendrá en movimiento todo el día.

—Bueno, tendrás que aguantar hasta aproximadamente la medianoche porque hoy tengo un turno doble.

—Maldito infierno. No es de extrañar que a Diana no le gustara que fueras mesera.

—Jódete.

—Oh, lo haré. Sin importar a qué hora llegues a casa.

Casa. Amo el sonido de eso.

Entonces me doy cuenta de que estoy en casa. Me siento más en casa aquí que cuando estaba con Diana. Quizás es porque estoy aquí con Kara. Kara, quién ha sido parte de mi vida desde siempre. Quizás se convierta en algo más. Y no tiene nada que ver con dónde estoy, más bien tiene todo que ver con quién estoy.

*****

De alguna manera, ambas llegamos hasta el lunes y creo que mi vida no puede mejorar...y luego Andrea llama el martes por la mañana.

Con el corazón palpitante, me preparo porque solo ha pasado un fin de semana desde mi audición. Las respuestas rápidas rara vez son buenas. Toco la pantalla para contestar la llamada.

— ¡Hola!

—Bueno, hola. Es Andrea.

—Oh, sí. Lo sé.

—¿Adivina con quién acabo de hablar por teléfono? —pregunta misteriosamente.

—Um, otra audición —Eso es lo mejor que puedo esperar en este momento. Una audición para un proyecto diferente.

—Bueno, generalmente se llama respuesta, pero sí. Decker quedó impresionada con tu audición y le gustaría hacer una prueba de química contigo y el protagonista, Marcus Pierce.

¿Acaba de decir respuesta? ¿Y Marcus Pierce? ¿Cómo ese Marcus Pierce? ¿El ganador del Emmy y la Academia? ¿Marcus Fantástico Pierce?

—¡Estás bromeando! —jadeo. Me había acostumbrado a sacar las audiciones de mi cabeza, especialmente cuando no había escuchado nada en un día o dos. No había escuchado nada el viernes, y después de que el lunes había pasado y se había ido, supuse que se habían aprovechado algunos talentos conocidos o mejores audiciones. ¡Y actuar frente a Pierce!

—Para nada, cariño. Hiciste todo el trabajo.

—Jesús, me atrapaste con la guardia baja.

—Y hay más trabajo por hacer, pero tengo fe en ti. Por supuesto, significa que tendrás que besar a un chico —dice descaradamente.

Es curioso cómo ahora la idea de besar a alguien que no sea Kara tiene poco atractivo.

—Haré lo mejor que pueda —le digo a Andrea.

*****

Kara y yo celebramos mi llamada y me ayuda con los nuevos guiones que me enviaron para la escena del viernes con Marcus Pierce.

Las cosas con Kara son perfectas. A diferencia de una nueva relación en la que estás aprendiendo todo sobre alguien, sus gustos y disgustos, sus peculiaridades, pensar si podrías soportar las pequeñas cosas que te molestan...Kara y yo habíamos trabajado todo eso hace mucho tiempo.

El jueves, sin embargo, mi feliz burbuja amenaza con estallar.

Voy camino al trabajo para el turno de la cena cuando mi papá llama.

—Mierda —murmuro para mí misma. Con todo lo que sucedió, no le había dicho ni una palabra a mi padre. No que la boda fue cancelada, y ciertamente no que me haya mudado con Kara, y a su cama, sin hacer escala en su sofá. Sabía que iba a tener esta conversación tarde o temprano...solo esperaba que fuera más tarde. Admitir que amo a mi mejor amiga es bastante difícil. Decirle a mi padre es otro juego de la pelota. Casi dejo que la llamada pase al correo de voz, pero necesito abordar este desafío lo antes posible, especialmente porque nos vamos a mudar a California. Toco la pantalla y, tan optimista como puedo sonar, respondí:

—¡Hola, papá!

—Oye, tú. ¿Cómo va tu vida?

Sonrío y deseo que papá pueda verlo. Finalmente recuperé mi verdadera sonrisa.

—Buena. Muy buena. Tuve una audición increíble la semana pasada y recibí respuesta. ¿Qué hay de ti?

—¡Oye! ¡Felicidades! Buena suerte, ¿si? ¿Y yo? Oh, bueno...ya sabes. Solo manteniéndome ocupado —Está callado por un momento y prácticamente puedo escuchar los engranajes en su cabeza girando—. Entonces, ¿ibas a decirme?

¡Maldita sea! ¡Mierda! ¡Mierda! ¿Y de qué está hablando exactamente? ¿Diana? ¿O Kara?

Sin preocuparse por mi silencio, papá continúa.

—Cancelar una boda es un gran asunto ¿Qué está pasando?

—¿Cómo te enteraste?

—Nada como recibir una llamada de la esposa de un congresista con un avispón entero en la falda.

Mierda. ¿La madre de Diana había llamado a mi papá?

—¿Qué dijo?

—Que cancelaste la boda y que Diana está devastada. Nada de esto parece encajar para mi, hija. Por eso llamé.

Me paso la mano por el cabello y agarro la parte posterior de mi cuello para que mi cabeza no salga disparada de mi cuerpo con ira como una caricatura de Bugs Bunny.

—Escucha, papá. Estoy de camino al trabajo. Esta es una discusión de más de tres minutos. ¿Puedo hablarte más tarde sobre esto?

—Es justo. Ya sabes mi número —Parece un poco molesto porque no le cuento la historia completa, pero aprecio que no me esté presionando para que me explique.

*****

Cuando me arrastro hasta el apartamento después de las once y media de la noche, Kara todavía está despierta, leyendo en la cama.

—¡Oye! ¿Cómo estuvo tu turno? —pregunta sin una pizca de juicio como solía hacerlo Diana.

—Bien. Mesas ocupadas. Buenas propinas.

Antes de dirigirme a la ducha, me siento en el borde de la cama.

—Recibí una llamada de papá hoy —empiezo.

—¿Todo bien?

Transmito la conversación y Kara lo asimila todo.

—Tenemos que decirle a nuestros padres, ¿no?

—Sí —confirmo.

Asiente y luego me besa suavemente.

—Tenemos esto. No sé qué es, pero siento que contigo a mi lado, todo es posible.

*****