It Made Me Think Of You // Supercorp AU

Capítulo Once

Maratón 1/4

Kara

Después del audaz beso de Lena no puedo concentrarme en nada.

Hace años, (y de nuevo hace solo un par de semanas) había imaginado besar a Lena, pero mis sueños nunca fueron como los que acababa de experimentar. La forma en que el beso me atravesó hasta los dedos de mis pies. La necesidad de empujarla contra una pared y consumirla era muy fuerte. Nunca había sentido eso cuando besaba o follaba con la docena de hombres con los que había estado. Hombres esculturales y tremendamente atractivos.

Los sentimientos que me dio el beso de Lena fueron los sentimientos que había estado buscando todo este tiempo. Mi papá una vez me dijo que sabría quién era el indicado cuando la besara. Que sentiría que nada más importa.

Solo que no era un "él". Era una "ella". Y era mi mejor amiga.

Miro a Lena preguntándome qué está pasando por su mente. No me está mirando. De hecho, es como si estuviera evitando mirar en mi dirección.

—¿Lista para subir? —pregunta.

—¿Qué?

—Estás calmada. Lo que significa que estás aburrida o cansada. De cualquier manera, estoy diciendo que salgamos de aquí. Además, ¿podría dar un buen mensaje de que tal vez queremos algo de tiempo privado? —Una sonrisa nerviosa cruza su hermosa boca, la boca que ahora veo con una luz completamente nueva después de ese beso. Mis labios todavía arden con el contacto anterior.

—Sí, está bien —respondo, mi voz sale como un chillido, y rezo para que Lena no lo escuche.

Tomo la mano que Lena ofrece y hacemos las rondas dando las buenas noches a los miembros importantes de la fiesta. Afortunadamente, no me había encontrado con Ray y tenía la esperanza de que ya se hubiera ido de la fiesta.

Caminamos hacia nuestra habitación, tomadas de la mano, con el corazón en el pecho. Se siente tan bien. Se siente tan correcto.

De repente, Ray y su novia nos pasan por el hueco de la escalera. Su novia frunce el ceño ligeramente (supongo que Ray le dijo que una vez habíamos estado follando) pero Ray mira nuestras manos juntas con una mezcla de sorpresa y celos. Le devuelvo la sonrisa, rezando para que se quede callado y me encuentro deseando que esta farsa con Lena sea real.

Esto es una farsa, ¿verdad? Lena está actuando, ¿cierto? No hay forma de que ese beso en el piso de abajo, o que esté sosteniendo mi mano en este momento signifique algo, ¿verdad?

Finalmente llegamos a nuestra habitación y abro la puerta. Empujándola ampliamente, le hago un gesto a Lena para que entre. Lo hace y mi corazón late con fuerza cuando no suelta mi mano cuando pasa el umbral. La sigo y cierro la puerta detrás de nosotras y rápidamente me encuentro presionada contra ella, Lena todavía agarrando mi mano.

No sé qué demonios está haciendo Lena. Estoy simultáneamente emocionada y aterrorizada.

Emocionada porque es como si mi deseo secreto más profundo y oscuro estuviera a punto de hacerse realidad.

Aterrorizada porque si pasa algo, podría perder a mi mejor amiga.

Entonces espero.

Jadeante.

*****

Lena

No sé lo que me pasó.

Las acciones y las palabras que se suponía que iban a ayudar a mi mejor amiga a salir de apuros son de repente lo más poderoso que he sentido.

Y ahora tengo a Kara clavada contra la puerta...debajo de mi cuerpo. Sin testigos. Sin espectáculo. Solo nosotras.

Aquí hay una chica que he visto toda mi vida y nunca la he visto de esta manera. Con esta necesidad.

Dejo caer la mano de Kara y me apoyo contra la puerta con una mano a cada lado de sus hombros, encerrándola. Nuestros pechos están apretados, nuestras caderas separadas por unos centímetros.

Podría...podría...empujarme hacia atrás. No sería un esfuerzo realmente. Pero no me atrevería.

Con nuestros rostros tan cerca, puedo sentir su aliento en mi cuello. Al mirar sus cálidos ojos azules, ojos que había visto toda mi vida, veo una chispa en ellos.

Una chispa que ahora siento en los míos.

Mi mente gira con pensamientos y mi corazón con sentimientos. Mis labios zumban de necesidad. Mi corazón late más fuerte y más fuerte que el ritmo de la música fuera de nuestra ventana en la fiesta de abajo.

Una pequeña voz en mi cabeza me dice que estoy ebria. Una voz más alta dice que esto es lo que he estado buscando toda mi vida.

No puedo contenerme más.

Necesito besarla.

Necesito confirmar lo que sentí antes.

Claro, mañana, en la niebla de lo que seguramente será una resaca para terminar con todas las resacas, probablemente culparé a esos estúpidos martinis de albahaca y limón, pero ¿Cómo puedo negar esta conexión? ¿Esta electricidad entre Kara y yo?

Me inclino y nuestros labios se conectan.

Mi mente ya no está girando. Tampoco me preocupa lo que pueda traer el mañana.

Estoy hundida.

El beso es tierno pero fuerte. Los labios de Kara ceden a los míos y no estoy segura, pero creo que la escucho gemir.

Es muy diferente a besar a Diana. Beso la línea inferior de carne, luego la superior, probando...saboreando...

Un toque de humedad golpea mi labio y rápidamente me doy cuenta de que la lengua de Kara ha barrido mi labio inferior. Tentativamente, dejo que mi lengua salga para hacer lo mismo y después de medio golpe, la lengua de Kara se encuentra con la mía. Me desmayo un poco, jodidamente me desmayo, y en un instante, nuestras lenguas están en duelo, nuestros dientes ocasionalmente se raspan contra las lenguas o chocan entre sí. Las cosas se aceleran y en poco tiempo estamos frenéticas.

La mano de Kara está agarrando mi cintura y antes de darme cuenta, ella ha envuelto su otra mano detrás de mi cuello manteniéndonos cerca y sin perder el ritmo, voltea las cosas para que ahora me esté presionando contra la pared. Seguimos besándonos, sin romper nuestra conexión. ¡Gracias a la mierda!

Es una realidad sorprendente—todo esto. Estar con Kara. Sentir estas cosas. Así que hay más allá de esa tarde con ella enseñándome a bailar despacio en su habitación. Y no se trata solo de sexo. Hay más. Mucho más.

Me alejo. No estoy segura si para respirar, pensar o...

—Lo siento —Kara se apresura y retrocede.

—No —susurro, desesperada por tocar y besar a Kara de nuevo. Su ausencia es destripadora. Doy un paso hacia ella, le rodeo la cintura con un brazo y agarro su nuca con la otra mano. Reanudo nuestros besos, no queriendo que las cosas se detengan, molesta conmigo misma por hacer que Kara sintiera que necesitaba disculparse.

*****