Capitulo Dieciocho

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Kara

—¡Amiga, luces mal! —comenta Brainy cuando entro al estudio el lunes por la mañana.

—Vete a la mierda —respondo, lo que sigo con un murmullo rápido—. Lo siento —He estado de mal humor desde que Lena me dejó ayer y no dormí ni un poco anoche.

—¿Adivino que tú y Lena no se besaron y tuvieron sexo?

—¿Qué?

—Cuando Cat te ofreció el puesto de Los Ángeles, escuché un poco. ¿No sería LA bueno para su carrera? Quiero decir, ella es actriz, ¿verdad?

—Cierto. Um, sí —tartamudeo—. Simplemente tiene algunas cosas sucediendo aquí y no quiere perderlas. No quiere que me vaya sola. Ya sabes cómo es —Me reí como si Brainy tuviera razón sobre que Lena y yo habíamos estado peleando.

La verdad era que todavía no había hablado con Lena desde que me dejó ayer. Cuando Lena bajó por mi calle después del viaje más tranquilo a casa, corrí a mi casa sin apenas despedirme de Lena. Sabía que eso me hizo una idiota. No es que ella fuera muy habladora tampoco, y luego como que me sorprendió cuando apenas podía mirarme.

—Es un poco extraño que Cat te envíe a Los Ángeles —dice Brainy sin darse cuenta, interrumpiendo mi fiesta de lástima.

—¿Disculpa?

—No me malinterpretes. Quiero decir, eres una fotógrafa increíble con un ojo espectacular. Solo pensé...

—Que Lucy es más adecuada para el puesto —Lucy ha estado con Catco desde el principio. Ella es indignante con sus habilidades de obturación. Su ojo es...bueno, tengo envidia. Ve cosas que están enterradas en todas y cada una de las fotos. Debería ser la editora de operaciones de Los Ángeles.

—Yo sé, ¿está bien? O al menos alguien de las oficinas de Los Ángeles. Alguien que conoce el ambiente allí. Lo siento, nuevamente. Quiero decir, eres increíble. Y francamente, te voy a extrañar. Eres una gran fotógrafa respetuosa. Diez veces el tipo que Iris era, tanto en habilidad como en actitud.

Parece que Brainy piensa que también debería tomar el trabajo. Primero Lena, ahora Brainy. ¿El universo me está diciendo algo?

*****

Lena

La próxima semana y media son un infierno. Trato de ser paciente con Diana sabiendo que la boda es su día para brillar y la mayoría de las chicas piensan en este día desde una edad temprana. Diana es implacable con la lista de verificación de planificación de bodas, las fechas y quiere mi opinión sobre cualquier cosa y todo.

Sin embargo, es como si ese fin de semana con Kara todavía fuera un tornado en mi cabeza, acabando con todo, dejando destrucción y caos en mi mente y desenterrando cosas enterradas por mucho tiempo.

El martes, Diana trae flores para la boda—su ramo, los ramos de las damas de honor. Francamente, no puedo encontrar dentro de mí que me importe un ápice las peonías sobre las gardenias. Lo que sí recuerdo fue cuando Kara y yo recogimos racimos para nuestras mamás el Día de la Madre antes de que mi mamá falleciera.

El jueves, ella me pregunta acerca de los regalos de los padrinos de boda, le digo que los chicos deberían comprar lo que quisieran (ya que, después de todo, ella fue la que eligió a casi todos los padrinos de boda). Todo en lo que puedo pensar es en el regalo de cumpleaños que conseguí para Kara cuando cumplió los dieciocho años—le había comprado un reloj porque siempre llegaba tarde a las cosas.

El viernes, mientras intenta discutir sobre los vestidos, me encuentro preparando las comidas favoritas de Kara—un filete y pollo con chili sin frijoles, picante extra, filetes cubiertos con queso azul y huevos rancheros. A Diana no le gustan todos los platos y me acusa de intentar engordarla antes de la boda para que no le quede bien el vestido.

It Made Me Think Of You // Supercorp AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora