Capitulo Veintisiete

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Lena

El viaje de regreso a Brooklyn es lo más tranquilo que he visto a Kara jamás. Tengo ganas de golpear algo, preferiblemente el rostro del Sr. Danvers. No podía creer que Jeremiah y Eliza pudieran ser tan odiosos. Ni siquiera puedo empezar a imaginar cómo se siente Kara. Solo puedo estar aquí para ella.

Tenemos una semana más antes de mudarnos a California y hago todo lo posible para apoyar a Kara. Es hosca y nada parecida a sí misma. Espero que sea bueno un cambio de ubicación, que el espacio le dé perspectiva. Que su confianza vuelva.

El martes tengo el día libre y estoy planeando la noche perfecta para mí y para Kara cuando suena mi teléfono. Un vistazo a la pantalla muestra que es Andrea. Me lanzo hacia el dispositivo y tengo que tomar un aliento o dos para calmarme.

—Hola, Andy —respondo, con la esperanza de sonar casual y no como si me estuviera volviendo loca.

—Lena, Lena, Lena...—canta.

¿Me atrevo a pensar que tenía buenas noticias? Realmente podría necesitar algunas ahora mismo.

*****

No puedo esperar a que Kara llegue a casa para poder hablar con ella. Tengo la tentación de enviarle un mensaje, pero esta es probablemente la mejor noticia para dar en persona. Sin embargo, cuando llega a casa del trabajo, la nube oscura en la que ha estado envuelto es aún más oscura.

—Hola —llamo desde el sofá y me levanto para darle la bienvenida a casa.

—Necesito espacio —es todo lo que dice, pasando junto a mí sin siquiera mirar de reojo y dirigiéndose a la ducha.

¿Qué demon...?

Espero con el corazón en un hilo que salga del baño. Kara toma la ducha más larga en la historia humana y estoy empezando a preocuparme. Cuando sale, se pone un par de jeans negros y una camiseta negra. Se ve jodidamente caliente y se lo digo, con lo cual se quita rápidamente la camisa y se pone una verde. Luego se quita los jeans negros y se pone unos pantalones sueltos, de los cuales sabe muy bien que no soy una gran admiradora.

Me aclaro la garganta y me mira a regañadientes.

—La cena está casi lista —digo, pero la expresión de sus ojos es francamente fría.

—No estoy de humor. Y creo que en un minuto, tú tampoco lo estarás.

—¿No estás de humor para qué? ¿Tiempo con tu novia? ¿Y qué va a pasar en unos minutos? —pregunto, mis tripas se vuelven plomo.

Rueda su cabeza. Odio cuando hace eso.

—Uno, no tengo hambre. Comí un poco de camino a casa. Dos, voy a salir. Y tres...—respira y sus fosas nasales se dilatan—. Tú y yo...Mira. Nosotras...yo no... Esto fue un error. No soy gay. Y no estoy enamorada de ti. Hemos terminado, ¿entendido? Me quedaré en casa de Brainy, tiene una habitación de invitados. Vuelo a Los Ángeles el viernes. Empiezo el lunes. Deberías quedarte. Este lugar tiene el alquiler en orden, puedes estar un tiempo aquí. Tu trabajo con Chloe Decker debería cubrir la renta del siguiente mes. Empacaré y saldré de tu vida cuando llegue a casa esta noche. Me voy de aquí.

Con eso dicho, antes de que pueda procesar por completo lo que acaba de vomitar, se precipita hacia la puerta principal y toma sus llaves de la mesa. Golpeando la puerta detrás de ella, tanto como puedes cerrar una puerta gigante de metal que mide cuatro pies de ancho por nueve pies de alto, y me deja en el amplio apartamento. Sola. Confusa.

¿Qué carajo acaba de pasar? Kara simplemente...¿rompió conmigo?

Seguramente escuché algo mal.

It Made Me Think Of You // Supercorp AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora