It Made Me Think Of You // Supercorp AU

Capítulo Dos

Lena

—¿Hola?

Llamo a Diana, mi prometida, cuando entro en nuestro condominio en West 57th. El silencio me dice que todavía no está en casa. Exhalo un suspiro de alivio al poder disfrutar de lo alto que aún estoy volando por mi audición. La respuesta a una llamada para un papel recurrente en un programa de la red en horario estelar. Cinco episodios como abogada en un procedimiento policial. Diana tiende a endurecer mi dulzura por las grandes audiciones.

Diana Prince y yo hemos estado juntas por tres años. Nos conocimos mientras filmaba un comercial de gaseosas justo bajando la calle desde su oficina. Comenzamos a salir y después de dos años, finalmente hice la pregunta. Es súper inteligente y exitosa, una analista política que trabaja para su padre, un congresista del estado de Nueva York. Sin embargo, por mucho que trate de apoyar mi carrera como actriz, nunca tengo la sensación de que me ame como actriz. Supongo que aún no me han asignado papeles importantes; todos son comerciales o extras o roles sin cita previa.

Debido a la audición de hoy, me había tomado el día libre donde atendía mesas en Ed Scott's, el mejor asador de la ciudad. Mirando el reloj, me doy cuenta de que Diana estará en casa pronto, así que empiezo a preparar la cena. Conecto el Bluetooth de mi teléfono al sistema de sonido incorporado del condominio, configuro mi biblioteca de música para mezclar, saco el pollo y las verduras y me mantengo ocupada mientras imagino cómo cambiaría mi vida si conseguía este papel.

No. No "si" más bien Cuando.

A decir verdad, al crecer, nunca pensé que me convertiría en actriz. Nunca había estado en mi radar. Había ido a la universidad a estudiar derecho. Cuando Jack, el chico que fue mi compañero en cálculo en la universidad, sugirió que hiciera una audición para una obra de teatro que escribió su amigo, casi no lo hice. Pero empujó el guión a mis manos y, por respeto al él, lo leí.

Ahora, había sido una gran lectora en aquel entonces, pero leer un guión no era como cualquier cosa que hubiera leído antes. Era rápido y visual. Todo fue sencillo. Sin metáforas para descifrar o viajes introspectivos. Decidí audicionar para el papel principal. Me sorprendió que me escogieran en el elenco, y después del aplauso atronador en esa primera actuación, me enganché. La diferencia que no pensé que apreciaría era que no había una fuerza trabajando contra ti y sabías cuál sería el resultado. Un (con suerte) gran espectáculo.

—Hola —canta Diana mientras entra al apartamento. La escucho dejar caer su bolso y quitarse los zapatos, seguramente dejándolos desordenadamente junto a la puerta. No estoy orgullosa de eso, pero soy un poco obsesiva con la limpieza.— Huele bien —suspira, inhalando el pollo asado mientras pone un pie en el área de la cocina—. ¡Y mírate! Que guapa —A diferencia de mi atuendo normal de jeans y una camiseta, todavía estoy con lo que usé para mi audición: un pantalón de vestir y una camisa blanca—. Tan profesional —dice.

Le sirvo una copa de vino blanco, lo mismo que estoy bebiendo y con lo que estoy cocinando, y se la entrego mientras me besa.

Toma el vino y bebe un trago bastante grande—. Mmm —tararea—. Justo lo que recetó el doctor. Qué día de mierda —resopla, tomando asiento en la barra de desayuno que separa la cocina del resto del espacioso condominio.

—Eso es emocionante, ¿eh? —bromeo, dejando caer las cebollas en corte juliana en la sartén. La política me aburre hasta el infinito, pero Diana come de ella. Me preparo para escuchar su zumbido sobre su trabajo y comprobar el pollo.

—En estos días me pregunto por qué obtuve un título en Ciencias Políticas. El ambiente político de hoy en día es un homenaje a la historia por completo. Durante años, la oficina solo recibió un par de docenas de llamadas todo el día. En estos días las líneas no dejan de sonar. Los correos electrónicos llegan a cientos cada hora. Todos despotricaban y exigían, enfurecidos por los rumores y los malditos tuits del presidente. ¡Que alguien le quite su teléfono! Luego, después del trabajo, estaba este asunto de las redes...—traga el resto de su vino sin terminar su pensamiento y alcanza la botella para recargarla. Genial. Será una de esas noches.