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CAPÍTULO 10: ATRAPADO

—El teléfono está registrado a nombre de Ryan Lewis Hamilton —Harry frunció el ceño. Apenas conocía un par de nombres en la universidad, por lo que esperaba que Shawn continuara explicando—. Antes de que lo preguntes, no hay nadie en la universidad que se llame así, ni siquiera el apellido. Nada. Es un hombre de cincuenta años con un trabajo ajeno a la universidad. No encuentro una razón lógica por la que un hombre así se burlaría de ti.

—Mierda. ¿Esto es todo lo que me traes?, ¿un callejón sin salida?

—Cálmate, lo seguiré investigando. De alguna manera tiene que haber un vínculo entre vosotros. Un hombre no puede salir de la nada y hacerle una broma así a un estudiante universitario.

—Espero que tengas razón.

—Por ahora intenta llamar al número, quizá en algún momento te responda y dé la cara el hijo de puta —Harry asintió, metiendo sus manos en los bolsillos cuando su amigo añadió—: Por cierto, ¿cómo has pasado tu celo? Normalmente faltarías un día más. ¿Te has acostado con alguien?

—No. Ha sido mejor de lo que vas a imaginarte porque no voy a contártelo —dijo, abandonando al alfa junto a su amante para dirigirse directamente a la primera clase que tenía ese día.

Caminó unos pasos sobre el campus, aproximándose relativamente a la entrada de la facultad mientras procuraba ordenar las ideas que rondaban en su cabeza. Sonrió al recordar las conversaciones con el omega y su último vídeo, intentando no centrarse en la parte del vídeo; una erección en la universidad sería un intento de recuerdo denigrado por la ausencia de soledad.

—¡Harry! —lo llamó en un grito una de las amigas de Shawn, una de las pocas chicas que no se acercaba a él por un interés amoroso. La alfa ya estaba enamorada de un beta que afortunadamente correspondía sus sentimientos—. Tienes ahora semántica, ¿verdad? Podemos ir juntos.

A las diez de la mañana, el ritmo animado de la chica lo mareó. No comprendía demasiado bien a la gente que tenía tanta energía por la mañana.

—Está bien —terminó diciendo, continuando su camino al lado de la alfa de ondas castañas y sonrisa brillante.

Claire no se calló hasta que tuvieron que separarse.

***

—Esta vez lo he hecho queriendo —Louis susurró. Podía ser que al profesor no le importase que ellos hablaran en mitad de su clase, pero era un tema delicado que no quería que fuera difundido en la universidad como un nuevo rumor. Por suerte se encontraban lo suficientemente lejos del resto de alumnos.

—Un vídeo... Un vídeo Louis, ¿estás loco? Una cosa son fotos, aunque tampoco me parezca adecuado, y otra es un vídeo —su amigo se vio obligado a gritar en susurros—. Ha podido oír tu voz o reconocer algo... Eres tan descuidado.

—No se ve nada. Solo lo que yo quería que se viese y con eso no podrá saber que soy yo. Está todo controlado Zaynee.

—Hace unos días te temblaban las piernas por miedo a que te reconociera por una foto y ahora estás tan tranquilo después de haberle enviado un vídeo... No hay quién te entienda —Louis se limitó a encogerse de hombros. Sencillamente confiaba en que si Harry no lo había descubierto aún, no lo haría jamás, y él podía aprovecharse un poco hasta que su apuesta terminase—. Al menos explícame por qué lo has hecho.

—Estaba en celo. Quería ayudar.

Zayn suspiró apenas sorprendido por la respuesta imaginable.

—Así que él está en celo y tú le mandas un vídeo... ¿Por qué no mejor te presentabas en la puerta de su casa con un condón en la mano?

—No sé dónde vive. Y tampoco creo que con un condón sea suficiente —bromeó, riendo internamente ante la expresión que Zayn había adaptado en su rostro, entre asustado y orgulloso.

Antes de terminar la clase, añadió en su agenda la fecha en la que tendrían su siguiente examen y apartó su ordenador, estirándose sutilmente cuando el profesor se fue. Sus ojos se cerraron durante un instante a causa de ello, abriéndose para encontrarse con la chica que más adoraba en esa universidad y su hermano, el cual incomprensiblemente le dedicaba una sonrisa sin comentarios sarcásticos.

—Solo te falta bostezar. ¿Tan aburrida era la clase? —comentó la pelirroja, tomando asiento con su hermano cerca de ellos.

—No, es que hoy no he dormido bien. Eso es todo.

—¿Y eso? ¿Has estado hablando hasta tarde con alguien que deba saber?

Louis se asustó, su corazón martilleando con fuerza. Era imposible que Natalie pudiera siquiera sospechar que él hablaba con alguien, que él hablaba con Harry. Zayn no lo había traicionado, no le había dicho a nadie sobre sus conversaciones secretas. La beta debía estar jugando con él.

—No digas tonterías. Las gemelas han estado viendo vídeos hasta tarde, sabes que mi cuarto está justo al lado del suyo.

—¿Seguro que es por eso? —ella insistió con una sonrisa petulante, golpeando un par de costillas con su codo.

Louis iba a responder, asintiendo y cambiando de tema como escapatoria. No fue necesario.

—Déjalo. Te acaba de decir que no ha dormido bien por sus hermanas, no seas pesada. —Los tres amigos se giraron a la vez, igual de asombrados. Normalmente Roy se hubiera callado o hubiera contribuido en su molestia, obligándose a responder con un comentario cortante. Por el contrario, había sido ayudado por él. Eso le asustaba más.

—¿Te pasa algo malo hoy? ¿Has comido algo en mal estado? —Su hermana se preocupó.

—No digas más tonterías.

—No son tonterías. Estás muy raro y me preocupas. —La beta tocó la frente de su hermano en busca de algún rastro de fiebre que explicase su delirio. Él la apartó enseguida, irritado.

—Natalie.

Ella aceptó el aviso entre risas.

—Vale, ya te dejo —y, redirigiendo su atención a los dos omegas, todavía sin entender lo que ocurría, les dijo—: Bueno, ¿queréis venir a mi casa después? Cine y palomitas, yo invito.

—Si nos ruegas así cómo podríamos rechazarte, ¿verdad Lou? —Zayn dijo, observando las reacciones de su amigo ante la petición.

—No podemos —concordó.

—Decidido, ya tenemos plan.

El móvil del beta comenzó a vibrar sobre la mesa, acaparando la atención de los tres amigos. Louis fue el más sorprendido, reconociendo al instante los dígitos que se reflejaban en la pantalla.

—Alguien te está llamando, ¿no piensas contestar? —Louis le dijo en un tono plano.

—No, solo es propaganda. Llevan llamándome unos días ya y por mucho que les digo que no quiero nada, siguen insistiendo. —Natalie le recomendó bloquearlos mientras Roy se encogía de hombros diciendo que era mejor así.

Roy mentía. Obviamente el beta no podía imaginar que Louis conocía el número de Harry y que incluso hablaba con él. Debía descubrir por qué le mentía y sobre todo por qué Harry le estaba llamando.

[...]

Siento que la historia se está torciendo y no sé si lo está haciendo por buenos caminos.

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