015

7.1K 821 1K
                                    

❝CAPÍTULO 15: veni, vidi, vici❞

Harry no hizo nada hasta el jueves, el mejor día para encontrarse directamente con la pequeña mierda que se había atrevido a jugarle una mala broma. Cuando lo hizo no tuvo piedad. Arrastró a su víctima hasta uno de los lugares más alejados que se pudo permitir, controlando su fuerza al empujarla contra el muro de cemento. Lo último que necesitaba es que quedara alguna prueba de su encuentro en la piel de aquel beta.

No parecía asustado, en sus ojos más bien veía reflejado el deseo, como si hubiera estado esperando ese momento durante toda la semana pasada. Harry iba a decepcionarle.

—Supongo que esta agresividad es porque ya te has enterado —Roy dijo, apoyándose sobre la pared en la que había sido empujado. Imaginó que sería más fácil incitar a un alfa si fingía debilidad.

—Supones bien.

—Y bien, ¿qué vas a hacer? ¿Vas a pegarme? Venga hazlo —fue su juego de provocación.

—No voy a hacerlo.

Roy se sorprendió ante la respuesta inesperada. Algo se estaba saliendo de su plan por primera vez.

—¿Por qué? ¿Me tienes miedo? ¿Un alfa de alto rango como tú tiene miedo de lo que un beta como yo podría hacerle?

Harry quería demostrar su fuerza, realmente quería después de eso. Despedazar a esa mierda hasta estar satisfecho y asumir todas las consecuencias por ello, pero tenía que controlarse sobre todo porque se lo había prometido al omega.

—¿Piensas que todos los alfas somos tan fáciles de provocar? —Sonrió orgulloso al hablar.

—En realidad sí —comenzó Roy en un tono oscuro y cargado de odio—. Sois todos iguales. Siempre os creéis superiores, creyendo que podéis jugar con el corazón de las personas porque podéis tener a cualquiera.

—¿Por eso lo has hecho? ¿Venganza?, ¿rencor tal vez?

—No tengo que darte ninguna explicación de por qué lo he hecho.

—¿Y este era tu brillante plan? ¿Pretendías que te acorralara en algún rincón y te golpeara para que fuera expulsado? ¿Y después qué?

—Quién sabe...

Harry tenía razón, lo sabía, el brillo en la mirada del beta delataba sus verdaderas intenciones. Podía parecer una broma inocente y estúpida, sin embargo, si lo enviaba al hospital y la universidad decidía tomar acciones disciplinarias con él, su carrera estaría arruinada y en consecuencia su futuro. O si decidía denunciarlo a la policía, estaría en una situación aún más seria por un idiota con problemas personales.

—En parte quiero que te expulsen —continuó el beta—, en parte quiero luchar por lo que es mío.

—Ese omega no es tuyo. Nunca lo será.

Roy abrió los ojos durante un instante, la sorpresa abarcando su expresión. Realmente era impensable que ese alfa pudiera saber tanto.

—Yo no he dicho que sea un omega.

—No hace falta. Tú no eres el único que ha estado observando.

—¿Qué es lo que eso significa?

—Significa que nuestra conversación se ha terminado. Tú has aprendido la lección y no vas a volver a molestar a ninguna otra persona porque no voy a pelear contigo.

Una sonrisa oscura cruzó el rostro de Roy, provocándole un mal presentimiento a Harry. Estaba dispuesto a atacarle, podía verlo en su postura y en el brillo de sus ojos. Harry pudo impedirlo antes de que algo horrible ocurriera entre ellos.

More than you knowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora