More than you know

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❝CAPÍTULO 20: OH DIOS❞

Emma estaba harta de todo eso, de la nueva pareja feliz que estaba en boca de toda la universidad y de que le repitieran una y otra vez cómo su exnovio había encontrado a otro.

Había tenido suficiente de eso.

Iba a arruinar el ambiente entre ellos, tan solo una pequeña broma que fastidiara su estupendo día, nada grave por el momento. Podría idear más cosas después.

El pequeño omega estaba solo. Era su momento. Sin embargo, cuando se dispuso a ello, alguien agarró su codo. Ella se giró sorprendida, preguntándose quién se había atrevido a detenerla tan abruptamente.

—¿Qué haces? —Un destello de reconocimiento brilló en sus ojos—. Ah, eres ese beta, ¿verdad?

—Me llamo Roy, no ese beta.

—Lo que sea, suéltame. —Él hizo lo contrario, apretando más su agarre con una mirada afilada. Ella se quejó y rápidamente dijo—: Si lo haces, podría hacer que se separen y tú tendrías a ese omega solo para ti.

—No lo quiero así. No dejaré que les hagas nada. —Su respuesta era determinada.

Ella se rió.

—¿Eres idiota o qué? Hasta la semana pasada eras tú el único que estaba haciendo cosas por separarlos, ¿y ahora me vienes con esto?

Roy apartó su mirada. Una parte de él se arrepentía de las acciones que había cometido por impulso, aunque nunca lo diría.

—Era diferente. Creía que Harry ni siquiera sabía de su existencia, no quería verlo suspirar más por un alfa cualquiera que nunca iba a prestarle atención. Pero este jodido alfa... —Su voz era seca, cargada de ironía y dolor—. Me equivoqué con él. Ahora Louis es feliz y no vas a arruinarlo. Nadie lo hará.

—¿Ahora tienes conciencia? —Rodó los ojos—. Deberías haberlo pensado mejor antes de enviarme un mensaje fingiendo ser Harry.

El ataque dolió, aunque se lo merecía. Sus decisiones habían sido imprudentes desde el principio.

No lo serían más.

—Escucha —comenzó, cediendo a sus forcejeos y soltando finalmente su brazo—, creo que podemos llegar a un acuerdo. Tú dejas su relación tranquila y a cambio puedes sacar lo que quieras de mí.

—No necesito nada de ti. —Ella iba a alejarse y eso no garantizaba nada. Roy se desesperó, si la dejaba ir así no sabía cuántas veces tendría que vigilarla, sin contar las veces que podría esquivarlo. Milagrosamente, ella se detuvo con una expresión pensativa. Estaba teniendo en cuenta su propuesta—. Aunque, ahora que lo pienso, tal vez sí lo necesite. Vale, tenemos un trato. No me meteré en la relación de esos dos.

—¿Qué ganas tú? —preguntó, una ceja alzada y toda la incertidumbre reflejándose en su rostro.

—Ya lo descubrirás.

—Si no cumples tu palabra...

—Ni se te ocurra amenazarme —señaló con el ceño fruncido—. Te he dicho que tenemos un trato.

Roy la dejó ir, confiando en que si tramaba algo sabría verlo.

***

Sus clases habían terminado, pero ese día no se iría caminando a casa con Zayn. No. Ese día Harry le había pedido que le esperara en la salida con una idea clara sobre el lugar al que le gustaría que fuesen a comer. Zayn solo se había quedado a su lado hasta que el alfa llegara.