Hasta Encontrarnos.

parte 14

Traté de fijarme a alguien más, alguien del trabajo, quizás de Lau que siempre fué atenta conmigo, siempre fué dulce amable y cariñosa, el trato que recibía de su parte me desconectaba del mundo o tal vez podía conocer una clienta, eran muchas las mujeres hermosas que asistían. Eso era lo que quería, lo que me propuse, pero como lograrlo si me enamoré de la piedra con la que siempre solía tropezar y eso está mal.
Una mañana igual que todas, me encontraba trabajando y la primera que entró fué Lau, lucía radiante, con esa sonrisa que cautivaba la atención de quien la viera y me acerqué, me abrazó fuerte y me senté con ella. La noche anterior había terminado de escribir una historia y quería mostrársela, fuí por dos cafés y le dí mi teléfono para que leyera lo que había escrito, de igual modo ella me dió el suyo para ver sus fotos, pero algo extraño ocurrió, mi corazón se quedó inmovilizado, había encontrado a la mujer del vestido entre las fotografías de Laura, alcé mi vista para verla y ella aún leyendo sube la vista y me mira, la baja pero de manera rápida la sube nuevamente.
–Que? Porque esa cara que pasa?– pregunta.
–Quien es es ella?– Respondí con otra pregunta alzando el teléfono hasta ubicarlo frente sus ojos.
–Ella es una participante para el certamen de belleza de este año, no tengo tanta información solo se eso– Replicó relajadamente y siguió leyendo.
–No importa si es mucha o poco , dime dónde puedo encontrarla?– Pregunté con tono de ansiedad.
Se ríe – Que pasa wey, cálmate un poco ¿De dónde la conoces? Cuál es el afán?
– Si está bien, es solo que hace 7 meses, la misma cantidad de tiempo que llevo trabajando aquí, bueno dos días antes, la ví entrar, estaba muy deprimida, se veía como decepcionada, se sentó en aquella mesa– dije apuntando con mi dedo hacía la mesa– y empezó a beber desesperadamente como si algo terrible le hubiese sucedido.

–Ya va– Dijo. Soltó mi teléfono, miró a un lado y luego enfocó de nuevo su mirada sobre mi – Me estás diciendo que hace 7 meses la viste entrar, crees que tenía problemas y ¿que carajos tienes que ver con eso?
–Al irse– Seguí contando– estába muy ebria, casi que se caía de la peda, y dejó algo encima de la mesa, era un anillo, no sé si fue por olvido o por voluntad.
–Y tú tienes el anillo supongo? Preguntó .
–Si, de hecho anoche lo saqué de mi billetera.
– Entonces ya se porque quieres encontrarla– dijo
–Si, y aún no se nada de ella, no se cómo se llama, dónde vive, nada, no sé nada– Dije, pasando mi mano lentamente por mi cara.
– Pero calma, no quiero darte seguridad de que pueda ayudarte, porque tampoco se nada de ella, ni dónde vive, ni nada, pero la organizadora del certamen quedó en contratarme para la próxima sesión de fotos, así que si me llaman podrías ir conmigo ¿Solo si quieres?.

Me levanté – Claro que quiero, cuando es?
– Te dije que no se, aún no me han llamado, quizás es a finales de este mes, ya falta poco.
– Laura yo necesito ir contigo, encontrarla, necesito hablar con ella, entregarle su anillo– Dije, con mi cara de desesperación.
– Sii está bien, yo te llevaré conmigo, ahí podrás encontrarla.