parte 24

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Pasé todo el día sentado en mi balcón, recordando y escribiendo, llenando mi cajita de momentos buenos y mi libreta de deseos interminables. Pero al día siguiente pude ver el resultado que quería y es que Jane que tomara sus terapias para deshacer su trastorno por el consumo de alcohol.

La acompañe cómo lo había prometido, cabe destacar también que el centro clínico a dónde fuimos era muy caro y eso me hizo sentir un poco mejor porque sabía que la ayuda sería frecuentada y muy intensa, Jane y yo estuvimos casi todo el día sin hablarnos, lo que había pasado el día anterior nos género un sentimiento adeudado y sometido a una lacerante tranquilidad, pero al mismo tiempo nos hizo ver un poco de luz en medio de la oscuridad.
Jane empezó a ser sometida a una de las mejores terapias que tiene este trastorno, como lo es la terapia "Cognitivo-Conductual" que es la que ayuda a identificar los sentimientos y situaciones que pueden conducir a un consumo excesivo de alcohol. También enseña habilidades para enfrentarlo, incluyendo cómo manejar el estrés y cómo cambiar los pensamientos que le provocan una terribles ganas de beber.

Lo mejor de todo es que tenía que asistir dos veces por semana durante dos meses, obviamente sin tomar ni una gota de alcohol. De esa forma podía verla con mayor frecuencia, y a así fué.
Los días sin ella eran lentos y volaban cuando estaba a su lado, trataba de asegurarme que no estuviera tomando, pero Jane si estaba atendiendo las medidas que le llevarán a dejar el alcohol.

A la segunda semana fuimos y nos quedamos a tomarnos un café, comer algo y conversar mucho.
Pero ella seguía llorando por ese oscuro pasado.
- No es la primera vez que me toca ver tus ojitos tristes y arrugados por culpa de esa oscura relación, ¿y sabes que Jane? ¡Ya estoy harto! no es justo que aún sigas derramando una lágrima más por el.
-No es porque aún lo quiera, ni porque lo extraño, solo que me dolió entregar todo por nada.
- ¡Y Entonces Jane! No eres tú la que hizo mal, siéntete bien, imagina dar todo eso a la persona correcta, yo te quiero, me gustas y lo confieso, pero te quiero lista para todo, no quiero que seas débil sino fuerte.
- Cómo puedo hacer eso?
-Dejame intentarlo, déjame pintar constelaciones en tu espalda con las llemas de mis dedos, déjame hacer brillar la luna en tu mirada, déjame explorar ansiosamente cada astro de tu cuerpo y navegar sin rumbo fijo en tu universo de emociones, déjame vestirme de polvos cósmicos y apagar cada estrella para ti, déjame encender fuegos artificiales en tu mundo donde gustosa te quedes a vivir la vida entera...
-¿Y que pasas si te cansas de mí ¿Y si crees que estoy loca o bruta?- Me interrumpe.
Le tomé de la mano - Si sigues causando risas, y siendo adorable es imposible que me llegue a enfermar de tí, te lo prometo. Y me gustan locas, con la misma locura que la mia. Y tú no eres bruta.
- Es una promesa.
- Es una promesa.
Solté su mano, tomé un poco de café y con aires de valor dije - No quiero incomodarte con lo que te voy a decir, pero recuerdas aquél beso.
- Si- Respondió tragando fuerte y respirando profundo.
- Fué corto, pero duradero.
- ¿Cuánto dura un beso?
- Toda la vida.
Se ríe - ¿cómo así que toda la vida por Dios?
Respondí tenuamente con la voz entre cortada - Puede acompañarte para siempre, dibujando una sonrisa en tu rostro o dejando resbalar una lágrima salada por tus mejillas, o peor aún, ambas.
- Interesante.
- Jane quiero proponerte algo- dije con la voz baja.
-¿Que?
- Quiero que lo intentemos, que nos demos esa oportunidad, mira Jane la vida se acaba mañana y que vamos a contar de bueno, o al menos yo?..
- Me da miedo intentarlo. Joder, siquiera sé porque la mayoría lo sigue intentando
-¿Enamorarse?- Asentí soltando una risa ligera -¿En términos biológicos? Por la continuación de la especie humano ¿En términos lógicos? Porque el viaje es maravilloso cuando empieza pero nadie sabe cuándo se va torcer hasta que es demasiado tarde para parar, y cuando te subes a ese tren tienes la esperanza de que no se descarrile , aunque puede que ocurra, de hecho probablemente ocurrirá; no obstante, vale la pena subirse solo para saber que pasará.
- ¿Y porque no nos podemos quedar en la estación?
- Si podemos, pero no iremos a ningún lado, y yo contigo quiero ir hasta el fin de la galaxia.
- Alvis ya no sigas- Dijo mientras noté que sus mejillas se enrojecieron.
- Jane, tú y yo somos dos líneas paralelas y ese beso lo demostró, a mi de pequeño me dijeron que dos líneas paralelas se hacen secantes, es decir, se cruzan en el infinito, por eso quiero que nos armemos de paciencia.
-No lo niego, estás entre mis ganas de arriesgarme y mi miedo a enamorarme.
-Yo se que para ti no es fácil, pero para mí tampoco, yo quiero estar en tus días malos, porque los buenos pienso ocasionarlos yo.
- Si quiero intentarlo.

Hasta Encontrarnos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora